HISTORIAS DE SUPERACIÓN: “ALLANANDO MONTAÑAS II”

“Has llegado a este humilde rincón. Entre millones de páginas, Dios, te ha traído hasta aquí. Ahora te ruego que tengas fe, y también paciencia, pues ellas son fuerzas inseparables que alimentan y forjan el espíritu humano.
No dejes de leer este mensaje, saca provecho de todo lo bueno que el Espíritu de Dios se digne en mostrarte. Que Dios te Ilumine y te bendiga”. Amén.
Estos tres personajes que les presento en esta ocasión, hermanos míos, terminaron sus vidas de forma trágica y cruel.
Sin embargo, han cambiado el curso de la historia en sus respectivos países y, para toda la humanidad, son ejemplos de valentía, coraje, determinación, lucha infatigable, fuerza de voluntad, fe indomable y amor por sus pueblos, por sobre todas las cosas.
Como les comentaba, estos tres personajes comparten un destino bastante parecido que acabó, infelizmente, de manera trágica, pues los intereses de gente egoísta y malvada terminaron por interrumpir la vida de una humilde y valiente muchacha, y también la de dos hombres, sufridos luchadores, amantes de la libertad, la justicia y la paz.
Es increíble como al estudiar la historia de la humanidad, contemplamos la aparición de hombres y mujeres que, en el momento justo, preciso, han dado un giro de 360º a los acontecimientos de su época.
¡En el fondo todos los que buscan la verdad saben que esto no es casualidad!
Los hechos trágicos que tuvieron que enfrentar estas personas: prisiones, torturas, angustias, sufrimientos, y finalmente el martirio, nos demuestran, hasta qué punto estaban convencidos de que sus causas valían la pena, incluso si fuera necesario, entregar su misma vida.
Lucharon de manera infatigable por la libertad, la justicia y la paz.
Reflexionando sobre la vida y las luchas de estas ‘personas providenciales’ pude ver y entender, lo que antes no veía ni entendía…
Hermanos nuestra ‘ceguera espiritual’ nos lleva a engañarnos continuamente… Se engañan y mienten a sí mismos, todos aquellos que se creen dueños de su propio destino; ignoran la palabra de Dios que dice claramente en Jeremías 10-23: “Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su propio camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos”.
Y nuevamente en Proverbios 16-9: “La mente del hombre planea su camino, pero el Señor dirige sus pasos”.
Proverbios 20-24: “Por el Señor son ordenados los pasos del hombre, ¿cómo puede, pues, el hombre entender su camino?”
Estamos tan ‘empapados’ de esta cultura ‘súper individualista’ que todos nos creemos dueños y señores de nuestros pasos.
Más día tras día el Señor nos golpea y nos llama la atención para que reflexionemos y recapacitemos acerca de nuestros caminos.
Si nos fijamos con atención, y apartamos de nuestras mentes las nociones erróneas de azar y casualidad, veremos cómo actúa Dios en nuestras vidas. Poniéndonos a prueba, dándonos y quitándonos, haciendo y deshaciendo, llevándonos siempre a una nueva experiencia, hasta que reconozcamos que sólo Él, es el dueño de nuestras vidas y, por lo tanto, decide sobre nuestros caminos.
¡Sólo Dios sabe cómo atraernos de manera eficaz!
Algunos son llamados al oír la palabra de Dios predicada por algún servidor suyo.
Más no siempre es así ¿quién puede ponerle reglas a Dios? ¿Quién debe decirle cómo actuar y de qué manera llamar a sus siervos?
A estos que le ponen límites a la piedad, amor y poder infinitos de Dios, que vuelvan a consultar sus biblias, pues en ella se dice que el poder de Dios no tiene límites, que su misericordia y su amor son infinitos, y los casos de hombres y mujeres que han sido llamados por el Señor y respondieron a su llamado, “sin siquiera conocerlo”, son más que ejemplares: Abraham: vivía en Ur, tierra de los caldeos, nada sabía nada del Señor; su padre adoraba ídolos… como dice Josué, 24-2, más Dios se le apareció a Abraham y le ordenó emprender un camino distinto, y Abraham obedeció al llamado de Jehová.
Moisés: aunque era de origen hebreo había sido educado en la ‘corte pagana’ del faraón egipcio, nada sabía de Jehová antes de que el Señor lo llamara para liberar a su pueblo.
Ciro: predestinado por Dios, no sólo para ser Rey de Persia, sino libertador de Israel, anunciado ‘mucho antes de nacer’ por el Profeta Isaías, nada sabía de Jehová. Dios mismo lo dice: “Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste”.
Y que ejemplo mejor que el del propio Apóstol Pablo: ‘perseguidor’ de la congregación de Cristo, apartado de la misericordia de Dios, ‘fue llamado’ por el Señor, y terminó por transformarse en el más eminente de los Apóstoles y cristianos de todos los tiempos.
Dios les reserva a los hombres un camino y un papel en la historia y, muchas veces, Dios se sirve de aquellos hombres y mujeres más débiles, excluidos, pobres y miserables, aquellos impensados, alejados del poder y las glorias humanas…
Quiero compartir con ustedes hoy, la vida de tres personas que han aparecido, por gracia de Dios, en un momento particular de la historia, y han cambiado los destinos de millones de seres humanos, dejándonos como legado un verdadero ejemplo de vida.
Pero para el que tiene fe, estas historias de vida y superación sirven, principalmente, para demostrarnos como ‘Dios interviene’ en los asuntos de los hombres aquí en la tierra en todo momento.
MARTÍN LUTHER KING; JUANA DE ARCO Y MAHATMA GANDHI. Son los tres personajes que he elegido para esta ‘segunda parte’ de:
HISTORIAS DE SUPERACIÓN: “ALLANADO MONTAÑAS II”
*Comencemos: 

¡MARTIN LUTHER KING!

Martin_Luther_King_Jr_NYWTS¡Qué lucha desigual la de este hombre! ¡Qué tesón y cuánta entrega! ¡Cuán justa también su causa!
Es triste observar como hombres de Estado, tan ‘sabios y cultos’, no hicieron absolutamente nada durante muchísimos años, para ponerle fin a una ‘ideología racial’ que segregaba y mutilaba, no solo derechos sociales y políticos de una comunidad entera en virtud de su color de piel, sino que en su indolencia (tal vez ‘adherencia’ a esta ideología), permitieron que se incumplieran los ‘derechos más básicos’ que debe cumplir el Estado como tal, derechos a los que deben acceder todos los ciudadanos que conforman una Nación que dice vivir en un régimen ‘democrático pleno’…
Estos derechos estaban reconocidos por las ‘cartas constitucionales’ de los nacientes Estados Modernos y la conquista de tales derechos, se lograron luego de largas y sangrientas guerras… bajo ríos de sangre…
Las revoluciones de los siglos XVIII y XIX proclamaban la ‘Igualdad absoluta’ de derechos de ‘todos los hombres ante la ley’, por su misma ‘condición humana inherente’. O sea, los hombres ‘Nacían con derechos Inalienables’, usando la terminología que tanto les gustaba a los redactores de tales cartas constitucionales…
Luego, la realidad se encargó de demostrar que aquellas ‘Declaraciones de Derechos’ no eran más que tinta y papel…
Nadie ha sufrido más esta dura realidad que la población afrodescendiente, no sólo en los Estados Unidos, sino en el mundo entero (Hasta hoy la padece).
Luego de que la mayoría de las Cartas Constitucionales promulgadas por las nacientes Repúblicas de nuestro mundo contemporáneo declararan con ‘bombo y platillo’ la absoluta igualdad de todos los hombres por ‘su sola condición de tal’, fue más que evidente, con el paso del tiempo, de que a los ‘Negros’ no se los consideraba ‘hombres’, no eran ‘seres humanos’…
Nada ilustra más esta cruda verdad, sin embargo, que la situación de la población afrodescendiente de la Nación más Rica y Poderosa del mundo: Estados Unidos.
En 1950, casi cien años después de finalizada la Guerra de Secesión (1861-1865), la situación de la población negra en los Estados Unidos seguía siendo lastimosa.
Ya no eran esclavos, es cierto, en el papel… pero en la vida cotidiana, se veían sometidos a todo tipo de prohibiciones y vejaciones que hacían de la vida de estas personas un verdadero infierno
Fue en un momento tan providencial como este que hizo su aparición un Pastor Baptista nacido en la ciudad de Atlanta en enero de 1929: Martin Luther King.
No me interesa aquí escribir los datos biográficos completos de Martin Luther King. Eso se puede encontrar en cualquier página de biografías. Sólo me concentraré en la situación de la población afrodescendiente de los Estados Unidos, y la lucha personal de este hombre por combatir tan humillante condición.
Martin se horrorizaba ante el trato a que eran sometidos tanto él, como los demás ciudadanos negros de todo el país, especialmente, en las ciudades del sur de los Estados Unidos.
En los autobuses, los asientos delanteros, hasta la mitad del vehículo, estaban reservados para la gente blanca, y el fondo, para los negros.
Existía una cantidad de lugares en los cuáles sólo se permitía el ingreso de blancos: restaurantes, clubes, bares, colegios, etc.
Había lugares creados exclusivamente para los negros. En definitiva, ser negro en este país y especialmente en esta época, significaba estar excluido de la vida pública y social.
¡Cuán difícil y angustioso es vivir en estas condiciones!
Marginados de todo, a la población negra solo le quedaba resignarse a aceptar los peores puestos de trabajo, vivir en la pobreza y en los barrios de la periferia, en las peores condiciones de vida; sufrir día a día el desprecio y la vejación de aquellos ‘seres superiores’, de los que sólo podían esperar escarnio, exclusión y burla…
Harto ya de tal situación Martin, decide tomar partido por los suyos, cuando en diciembre de 1955 Rosa Parks, una mujer negra, es arrestada por violar las ‘leyes segregacionistas’ de la ciudad de Montgomery.
Su crimen: “No ceder su asiento en el autobús a un hombre blanco…”
En este momento se inicia la lucha de este hombre por cambiar esta situación.
La primera medida, fue incitar a la población negra a un boicot de autobuses, medida esta que fue acatada de inmediato por los afrodescendiente.
Esta situación se mantuvo por más de un año, y obtuvo como premio, el que la Corte Suprema de Estados Unidos, declarara ilegal la segregación en los autobuses, escuelas, restaurantes, colegios y otros lugares públicos.
Teniendo como máximo referente en este estilo de “lucha pacífica” a Mahatma Gandhi, Martin Luther King fue elegido presidente de la Conferencia Sur de Liderazgo Cristiano, y comienza a organizar a las iglesias afroamericanas en las ‘protestas no violentas’, en su lucha por los derechos civiles.
En este marco de protesta no violenta y ‘concientización’ de la opinión pública norteamericana, comienzan las movilizaciones y multitudinarias marchas pacíficas que demandaban igualdad de derechos.
Recordemos que los negros, no sólo estaban sometidos a ‘leyes de segregación y exclusión’, casi total, de la vida pública, sino que además no tenían, siquiera, derecho a voto.
Martin Luther King hizo de la ‘Biblia y de su mensaje evangélico’, el centro de su predicación por la igualdad de derechos.
En sus discursos decía que la humanidad debía abandonar la ‘Montaña de la violencia’ y dirigirse hacia ‘la tierra prometida de justicia y fraternidad’.
Con esta filosofía de vida cristiana, encaró la dura tarea de ‘allanar’ esta terrible y escabrosa montaña de discriminación y el odio.
Durante la campaña del boicot de autobuses de Montgomery, Martin, permaneció arrestado, su casa fue incendiada, numerosos activistas segregacionistas blancos (Ku Klux Klan) asesinaron y lastimaron a muchísimas personas, buscando el fracaso de la medida.
Para empeorar las cosas, se enfrentaba no sólo a sus opositores y detractores blancos, sino que los mismos por los que luchaba, también se le oponían…
En una ocasión, mientras firmaba autógrafos de su reciente libro, que trataba sobre la desigualdad y el odio, una mujer negra, llamada Izola Curry lo apuñaló. Se salvó de la muerte milagrosamente…
Combatiendo así, contra todo y contra todos, Martin Luther King tuvo que experimentar la angustia de ver su causa precipitarse, casi hacia el total fracaso, por el surgimiento de un ala extrema de protesta, liderada por el exaltado predicador musulmán MALCOM X.
Las predicaciones de este hombre estaban en total contradicción con el mensaje de Martin, ya que su extravagante y demencial creencia, afirmaba que los negros eran la ‘raza originaria del mundo’, y que los hombres blancos eran ‘diablos’, creados por un científico llamado Yacub…
Se afirma que en su último año de vida (1965), luego de abandonar la Nación del islam (1964), las creencias de MALCOM X se matizaron un poco, y su discurso se tornó más conciliador, aunque continuó afirmando que los negros tenían el legítimo derecho de defenderse de sus agresores por ‘cualquier medio’ necesario.
También rechazó la ‘no violencia’ como el único medio para alcanzar la igualdad, declarando que él y los demás miembros de la ‘Organización de la Unidad Afroamericana (creada por Él en junio de 1964)’, estaban decididos a ganar la libertad, la igualdad y la justicia, por cualquier medio…
¡Cuántas angustias tuvo que vivir y experimentar Martin Luther King!
Luchaba en varios frentes: contra gobiernos hostiles; prejuicios seculares; odios y egoísmos exaltados; ignorancia y violencia; contra viento y marea…
El punto culminante de su lucha llego en el verano de 1963 cuando organizó y lideró una multitudinaria marcha hacia la ciudad de Washington, en la que participaron alrededor de 250 mil personas, y en la que Luther King y otros líderes antirracistas, fueron recibidos por el presidente Kennedy.
Pero las promesas de Kennedy, quién se comprometiera a agilizar su política contra el segregacionismo en las escuelas, y tratar el problema del desempleo que afectaba de manera especial a la comunidad negra, quedarían en el aire, al morir asesinado unos meses más tarde.
Tampoco ayudó el hecho de que Martin Luther King fuera reconocido con el premio Nobel de la Paz en 1964, ya que la violencia y lo susceptibles que eran a ella, los grupos más marginados de la población negra, contrarios a la integración, fueron en aumento dando al traste con el mensaje pacifista predicado por él.
Para el año 1965, Martin Luther King decidió dar un paso más en su lucha por la igualdad civil, la justicia social y el fin de la pobreza, luego de liderar una multitudinaria marcha desde Selma hasta la ciudad de Montgomery (con la cual lograron unos meses más tarde, que el presidente Lyndon Johnson aprobara una Ley que garantizaba el derecho a voto para los ciudadanos negros sin restricciones), comienza a cuestionar públicamente y con dureza, la intervención de los E.U.A. en la guerra de Vietnam, acusando a su Gobierno de que ‘ocupaban el país como si fuera una colonia’, y llamó al gobierno de los Estados Unidos de: ¡El más grande proveedor de violencia en el mundo!
Un año antes de su muerte, 1967, emprende la llamada ‘campaña de los pobres’, con el fin de luchar por el fin de la pobreza y la desigualdad social, usando un eslogan que resume su alcance universal: “No deben ser sólo las gentes negras, sino todos los pobres. Debemos incluir a los amerindios, los puertorriqueños, los mexicanos e, incluso, a los pobres blancos…”
Martin Luther King estaba convencido de que la reconstrucción misma de la sociedad era el verdadero problema que había que resolver.
Luego de que, con enorme sacrificio, se empezara a vislumbrar la luz al final del túnel, el 4 de abril de 1968, a las 18 horas y un minuto, fallecía asesinado, mientras estaba en el balcón del Lorraine Motel en Memphis.
Mientras se celebraban sus funerales, una ola de violencia extrema recorrió todo el país…
Un día antes, con increíble intuición profética, había dicho ante su auditorio: “No es verdaderamente importante lo que ahora ocurre… Algunos han comenzado a hablar de amenazas que se perfilan. ¿Qué es lo que me podría ocurrir por parte de uno de nuestros malvados hermanos blancos? Como todo el mundo, a mí me gustaría vivir mucho tiempo. La longevidad es importante, pero eso es algo que ahora no me preocupa. Yo solo quiero cumplir la voluntad de Dios. ¡Y él me ha autorizado a subir a la montaña!
Y he mirado en torno a mí y he visto la tierra prometida. Puede que yo no vaya allí con vosotros. Pero quiero que sepáis esta noche que nosotros llegaremos como pueblo a la tierra prometida. Y estoy muy feliz esta noche. No tengo ningún temor. No tengo miedo de ningún hombre”. ¡Mis ojos han visto la gloria de la venida del señor!
Y así, de forma cruel e infame, fue quitada la vida de unos de los hombres más influyentes y más importantes exponentes de la lucha por la paz, la igualdad y la justicia social en la historia de la humanidad.
Lo más hermoso de su ideología quedó plasmado en sus discursos, en aquellas palabras cargadas de sensibilidad, emotividad, amor, tolerancia, súplicas por la justicia…
Quisiera reproducir aquí algunas partes de sus más emotivos discursos; son palabras que resuenan hoy en nuestros oídos y retumban en nuestras conciencias; palabras que nos hacen temblar de espanto, no sólo por la dura realidad que enfrentaron aquellas personas en aquellos años, sino porque, infelizmente, en muchos lugares del mundo la discriminación racial sigue siendo causa de atropellos, odios, discordias, exclusión y olvido, para quienes la padecen…
Yo me pregunto si los habitantes del África fueran blancos, si el mundo permitiría que millones de almas, fueran condenadas desde su nacimiento a la resignación, a la pobreza y a no tener más alternativa que la violencia como forma de ganarse la vida…
Pero ellos son negros, son ‘cosas’, miles mueren de hambre y sed cada día, y al mundo no le importa…
Basta con enviar a un ejército de la ONU y listo…
Así, el saqueo de estas poblaciones está controlado. Ahora los grandes capitales pueden fomentar las guerras civiles, que devoran a varias de estas Naciones, para saquear y robar a voluntad sus riquezas naturales… ¡Todo es un negocio redondo!
¡Pocos se enriquecen! ¡Miles mueren cada día!
Ejércitos de pacificación en zonas de luchas tribales…
Eufemismos que disimulan el más escandaloso robo, financiación y promoción de la guerra y la industria de guerra mundial.
Si hoy la población negra es respetada en muchos ámbitos, y la condena general del racismo a nivel mundial ha surtido algún efecto sobre las indomables fuerzas del egoísmo humano, todo ello se debe a la infatigable lucha de este hombre enviado por Dios, para iluminar y traer un poco de amor y tolerancia, a nuestro oscuro y tenebroso mundo.
Entre 1957 y 1968, Martin Luther King había recorrido más de 9,6 millones de Kilómetros, hablado en público más de 2500 veces, arrestado por la policía en más de veinte ocasiones, y había sido agredido físicamente al menos cuatro veces…
¡Yo Tengo un Sueño!
“Ahora es el momento de hacer realidad las promesas de democracia. Ahora es el momento de salir del oscuro y desolado valle de la segregación hacia el camino soleado de la justicia racial. Ahora es el momento de hacer de la justicia una realidad para todos los hijos de Dios. Ahora es el momento de sacar a nuestro país de las arenas movedizas de la injusticia racial hacia la roca sólida de la hermandad…
“La maravillosa nueva militancia que ha envuelto a la comunidad negra, no debe conducirnos a la desconfianza de toda la gente blanca, porque muchos de nuestros hermanos blancos, como lo evidencia su presencia aquí hoy, han llegado a comprender que su destino está unido al nuestro y su libertad está inextricablemente ligada a la nuestra. No podemos caminar solos. Y al hablar, debemos hacer la promesa de marchar siempre hacia adelante. No podemos volver atrás…
¡Hoy Tengo un Sueño!
“Sueño que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: Afirmamos que estas verdades son evidentes, que todos los hombres son creados iguales”.
Martin Luther King 1929-1968
“Sueño que algún día los valles serán cumbres, y las colinas y montañas serán llanos, los sitios más escarpados serán nivelados y los torcidos serán enderezados, y la gloria de Dios será revelada, y se unirá todo el género humano”.

JUANA DE ARCO

Portrait_jeanne_d'arc¿Qué resta aún por agregar a la ‘leyenda’ de esta fantástica mujer?
Su vida discurre entre lo imposible, lo irreal; en un mundo medieval caballeresco, dominado por una concepción machista y patriarcal de la familia, no había margen para el desarrollo de la personalidad y talento femeninos…

Aparte de las tareas del hogar, hilado y faenas del campo, ¿qué lugar ocupaba la mujer en la sociedad medieval? ¿Cómo era tratada? ¿Qué espacio se le concedía para el desarrollo de su inteligencia y talento naturales?
¡Poco! Nada diríamos… triste realidad femenina (excepto para algunas mujeres de ‘familias nobles’, quizás también las que se hacían monjas), expresada más arriba: hogar, hijos, hilado, faenas de campo…
La concepción ideológica de la época, una sociedad estamental cerrada, relegaba a la mujer al último escalón de la sociedad.
Considerada ‘inferior’, por el órgano que detentaba el poder y la supremacía cultural, la Iglesia, la mujer estaba obligada a una completa sumisión a su marido.
Sería imposible entender y comprender la magnitud de la gesta de esta muchacha sino se toman en cuenta todos estos matices, las características de una sociedad que, si bien había sufrido grades cambios a nivel económico y cultural (Siglos XI-XV), la enorme mayoría de su población continuaba alimentado su piedad con la ‘fe católica simple’. Una tradición religiosa que se nutría de todo tipo de ‘supersticiones’ y acrecentaba a sus creencias, cada día, una mayor devoción a la virgen y los santos…
El mundo de la baja edad media, fuera de las murallas de las ciudades, continuaba oscuro y sombrío…
La vida seguía su curso divagando entre la dureza del trabajo campesino, la violencia, el hastío de la pobreza, la familiaridad con la muerte y el fantástico mundo de las supersticiones populares…
Fue en este difícil y complejo panorama que nació, el 6 de enero de 1412, Juana de Arco, en un apartado villorrio, en Domrémy, Ducado de Lorena, vasallo del Sacro Imperio Romano Germánico.
Por esta misma razón sus voces le decían: “¡Parte para Francia!… en nombre del Rey de los Cielos, debes coronar al Delfín como el legítimo Rey de Francia”.
He decidido usar para relatar esta pequeña biografía de Juana de Arco, un precioso librito, muy viejo ya, escrito hacia la mitad del siglo XIX, por MARIA CASQUET llamado, ‘Santa Juana de Arco’.
Este pequeño librito contiene citas textuales del proceso que se llevó a cabo contra Juana de Arco. Lo recomiendo para todos aquellos que quieran conocer en profundidad, tanto sus gestas y batallas heroicas, como los aberrantes tratos a los que fue sometida esta valiente mujer. Como siempre supo contestar a sus acusadores con educación, claridad e inteligencia.
La infancia de Juana no se diferenció mucho de la mayoría de los niños de su tiempo. Vivía en una modesta casa junto a sus padres y hermanos. Era analfabeta, se dedicaba a las tareas del hogar con su madre y también al cuidado del ganado familiar.
Poco se puede saber con seguridad sobre estas tempranas fechas de su vida. Toda la información que de ella se tiene, proviene del proceso que se le hizo en Ruán.
Lo que sí podemos afirmar con seguridad, es que Juana compartiría el mismo sentimiento de angustia y conmiseración que sentían todos los habitantes del reino por aquellos tiempos.
A la edad de 13 años, según ella mismo confeso durante el interrogatorio, tuvo una visión en el jardín de su casa: “Yo tenía trece años cuando escuché una voz de Dios”.
Las voces, le comunicaban sus mensajes hasta ‘tres veces por semana’.
Juana las identificó como pertenecientes a “Santa margarita, Santa catalina y al Arcángel Miguel”.
Las voces la apremiaban: “Juana, tienes que cambiar de alma y realizar actos maravillosos, porque el Rey del cielo te ha elegido para ayudar al Rey de Francia. Vestida de hombre, tendrás que llevar armas, ser capitán en la guerra y disponerlo todo según tu criterio”.
Juana pasa dos años compartiendo la intimidad con los ‘enviados de Dios’ sin decir nada a nadie.
Luego, las voces le ordenan: “Ve a Vaucouleurs a ver a Roberto de Baudricourt…”
Juana insiste ante su familia, y su tío Durant Laxant la conduce hasta Roberto de Baudricourt, comandante de la guarnición establecida en Vaucouleurs.
Juana quería una ‘pequeña escolta’ para llegar hasta Chinon, donde estaba el campamento del Delfín: “Estoy aquí para pedir a Braudricourt que me acompañe o haga acompañar ante el delfín. No se ocupa de mí ni de mis palabras, y sin embargo, aunque tenga que gastarme las piernas hasta las rodillas, es necesario que antes de cuaresma haya visto al delfín… Ni los reyes, ni los Duques, ni la hija del Rey de Escocia ni nadie en el mundo pueden recobrar el reino de Francia, que no lograra auxilio si no es por mí. No es este mi oficio, preferiría hilar al lado de mi madre, pero tengo que marchar, tengo que actuar, porque mi Señor quiere que realice estas cosas”.
¡Qué tragedia vivía Francia en aquellos días! ¡Qué angustia vivían sus gentes!
El reino asolado por los ingleses; los campos y las villas arrasadas; los hombres asesinados y las mujeres violadas… ¡La ambición humana no conoce límites!
No contentos con poseer una gran Nación al otro lado del Canal de la Mancha, los ambiciosos Reyes de Inglaterra codiciaban ahora las tierras del reino de Francia.
Y es que en aquellos tiempos, las alianzas matrimoniales y los casamientos acomodados por los soberanos, cuando los prometidos no contaban siquiera los 10 años de edad, enredaban de tal modo la política europea, que hombres que jamás habían pisado suelo extranjero, se encontraban, de un día para otro, reclamando herencias y tierras ajenas, muchas veces alejadas a las suyas…
Y fue una de estas funestas alianzas matrimoniales, la de Isabel (Hija del Rey Francés Felipe IV, dada en matrimonio a Eduardo II Rey de Inglaterra), la que provocó la reacción del hijo de ambos, Eduardo III (Rey de Inglaterra desde 1327), de reclamar la ‘corona vacante’ del Reino de Francia, tras la muerte, sin descendencia masculina, del Rey Carlos IV (1322-1328).
¡Está hecho el desastre! ¡La guerra de los cian años ha comenzado! (1337-1453)
Cuando Juana de Arco nació, hacían ya más de setenta años que franceses e ingleses estaban en guerra. El país estaba a punto de sucumbir…
Tras una cruenta guerra el ejército Francés es derrotado en Azincourt (1415), y poco tiempo después, se firma un tratado de paz en Troyes, que proclama sucesor del trono de Francia, a Enrique V, flamante Rey de Inglaterra…
El Delfín Carlos, heredero del reino de Francia, es declarado bastardo y dejado de lado… Hasta su madre, la Reina Isabel de Baviera, se refiere a él como: ‘El supuesto delfín’…
Protestando esta disposición legal, Carlos se retira a Bourges con otros partidarios, y allí se instala con una pequeña corte, asumiendo el control de los territorios al sur de Francia que le permanecen fieles…
Era llamado despectivamente por los Ingleses como: ‘El Rey de Bourges’…
Dudaba en lo más profundo de su alma de su legitimidad como heredero del reino de Francia. El Delfín se encontraba atormentado… el heredero del trono ‘se arrodillaba y lloraba en secreto’, clamado a Dios con su mirada puesta en los cielos, de que él, se dignara en darle una señal que le confirmara que ‘era verdaderamente hijo del Rey Carlos VI’…
Esta fue una de las ‘revelaciones que le hizo Juana de Arco al despreciado Rey… ¿cómo lo sabía Juana? Se dice que el Rey se estremeció al escucha esta ‘revelación’ de la doncella, pues ‘nadie sabía en absoluto’, que él ‘imploraba a Dios en secreto’ una respuesta sobre este asunto…
Demás está relatar las peripecias que Juana tuvo que enfrentar para lograr una entrevista con el Delfín.
Nadie creía en ella, la consideraban una ‘campesina loca’ que en vez de querer ayudar al ‘desheredado Delfín’, intentaba engañarlo, hacerlo malgastar los pocos fondos de que disponía… hasta desconfiaban que fuera una enviada de los Ingleses o Borgoñones para hacerle asesinar…
Desde la llegada de Juana al campamento real en Chinon, todo era desconfianza… El mismo delfín ‘se hizo pasar’ por uno de sus escuderos, intentando engañar a Juana, quién en medio de una multitud de consejeros y personajes ricamente ataviados supo, comprobando lo ‘divino de su misión’, identificarlo entre ellos.
Solicitó de inmediato una ‘entrevista secreta’, en la que revelaría el ‘propósito’ de su misión. Frente a frente con el futuro monarca, le contó cómo había sido ‘elegida por Dios’ para llevar adelante tan grande misión de liberar a Francia de sus enemigos, y hacer coronar al Delfín en la catedral de Reims como el ‘legítimo lugarteniente del Rey de los Cielos en el reino de Francia’.
Poco sabemos en definitiva sobre las revelaciones que Juana deseaba comunicarle al Rey en secreto. Lo cierto es que el futuro monarca quedó profundamente conmovido, y desde ese momento, supo que él era el ‘verdadero heredero’ del reino.
No obstante, los que buscan ‘señales y prodigios’ para confirmar la veracidad de las palabras de Dios, se reunieron en ‘concejo’ para deliberar sobre la integridad de la persona de Juana, sobre las ‘voces’ que ella decía oír, y pedirle las acostumbradas ‘pruebas y señales’ que confirmaran que era una enviada de Dios.
¡Tres semanas duraron los interrogatorios!
Lo que más impacta hermanos, al leer y estudiar la vida de Juana de Arco, es ver como una jovencita iletrada, sencilla y humilde, supo estar a la altura de hombres y acontecimientos tan grandes, que escandalizan y confunden a los más altos personajes de la época…
¡Dios se sirve de las cosas débiles para avergonzar a las cosas fuertes!
Juana contestó a los ‘eminentes teólogos’ y capitanes del ejército francés, con palabras que los sumergían en el más absoluto pasmo y silencio, transcribo:
-¿En qué dialecto te hablaron las voces?
-¡En uno mejor que el vuestro! (*Juana)
-¿Qué forma tenían las visiones que afirmas haber visto?
-*No lo recuerdo.
¿Te dieron ‘algo material’ que puedas enseñarnos como prueba de lo que dices?
-*Ellos me dieron buenos consejos.
-¿Cómo pretendes liberar Orleans si nunca has luchado y nada sabes sobre artillería?
-¿Qué señal nos das para demostrar que eres enviada del cielo? ¿Danos algo, un signo?
-*Yo no vine aquí para hacer señales. Ustedes son mucho más inteligentes que yo… lo saben muy bien. Yo no sé diferenciar la A de la B, pero esto es lo que sé: “Mientras el pueblo francés sangra, ustedes están sentados aquí con sus ricas prendas de vestir. Dicen que son hombres de Dios, pero no reconocen que su mano me guío por más de quinientas leguas de territorio enemigo para traer ayuda… ¿eso no es suficiente prueba? ¿O aún quieren más señales? ¡Denme un ejército, por más pequeño que sea liberaré a Orleans y entonces tendrán la señal que tanto buscan!”
Finalmente se le concede a Doncella lo que ha solicitado. Con un pequeño ejército, armado a duras penas, se pone al frente de los soldados y marcha hacia Orleans.
La plaza de Orleans llevaba meses resistiendo el asedio del ejército inglés. La situación era desesperada, y las ‘voces’, apremiaban a Juana a partir de inmediato para levantar el sitio de la ciudad.
La misma era un enclave importantísimo y se especulaba que si era efectivamente tomada por los ingleses, éstos, lanzarían un ataque masivo hacia sur, conquistando y destruyendo definitivamente todo rastro del Estado Francés.
Hay que decirlo con todas las palabras, y destacar muy grandemente, el sentir de Juana, su nobleza y amor a la paz… Antes de entablar combate con los ingleses, hace escribir varias veces a los capitanes del ejército invasor, conminándolos a retirarse y abandonar el país en paz.
Los receptores se burlan con sorna de las palabras de Juana, a la que ya han puesto los calificativos de ramera y bruja…
¡Más llegaron las victorias! ¡Y qué victorias!
Al ser levantado el sitio de Orleans en mayo de 1429, quedó suficientemente probada la misión divina de La Pucelle, quién era adorada por los soldados y el pueblo sencillo.
No pretendo llenar la cabeza del lector ni agotar su paciencia con los nombres de ciudades, fechas de las batallas y fortificaciones conquistadas a los ingleses por los ejércitos de Juana, en su cortísima, pero brillante carrera militar.
Fueron días de gran algarabía y victorias.
Derrotados y humillados los ingleses, el camino hacia el norte, hacia Reims, quedó despejado y finalmente el Delfín Carlos sería oficialmente consagrado en la catedral de Reims, el 17 de julio de 1429.
Juana asiste a la coronación muy cerca del Rey, en un puesto de honor, deleitándose en la voluntad de Dios, sabiendo que su misión ha sido cumplida.
Desde este momento deja de oír sus voces, y consciente de que su labor ha terminado, pide permiso para retirarse a sus tierras y continuar con su vida…
Más, quién sabe dejándose llevar por el entusiasmo general, decide emprender una campaña contra la ciudad de Paris aún en poder de los ingleses y borgoñones.
Infelizmente, en una de estas escaramuzas, Juana fue herida en el muslo por una flecha.
El asedio había sido un fracaso y el Rey Carlos VII ordenaba la retirada, disolvía el ejército, y apostaba ahora en poder tomar la ciudad mediante tratados de paz…
Luego de una larga recuperación y paciente espera, las negociaciones entre el Rey y el duque de Borgoña no llegaban a buen término, con lo que se decidió volver al estado de guerra y Juana toma parte en una serie de escaramuzas en las que será detenida y hecha prisionera, el 23 de mayo de 1430.
Este último año de la vida de Juana (Mayo 1430-Mayo 1431) transcurre entre el tiempo en que fue prisionera de los franceses primeramente, y luego, los últimos seis meses, el proceso en Ruán dónde sería quemada viva.
Es muy extensa esta última etapa y yo prefiero terminar este trabajo sobre Juana, refiriéndome al proceso que le hizo la ‘Santa iglesia católica’, que ha quedado para toda la posteridad como unos de los juicios más engañosos y brutales de la historia.
Ni la ‘justicia secular’ ha cometido las barbaridades que estos hombres, que se hacen llamar ‘ministros de Dios’ y ‘Santos Padres’, han perpetrado…
Desde su llegada a Ruán, luego de ser ‘vendida’ a los ingleses, los días finales de Juana fueron un verdadero tormento. Esposada y encerrada en una torre hexagonal, fue sometida a continuos intentos de violación por los cinco hombres encargados de custodiarla.
Mientras tanto, una ‘santa inquisición’, liderada por el obispo Pierre Cauchon, dio inicio al proceso para preparar los puntos básicos de la acusación contra Juana.
Parece increíble que ‘hombres de iglesia’ usaran la palabra de Dios, repleta de misericordia, piedad, perdón y amor, la usaran, repito, para condenar y someter a un sinfín de ‘torturas psicológicas y físicas’ a otro ser humano…
Lo cual demuestra, a todas luces, que ésta ‘no es’ la verdadera iglesia de Dios, sino todo lo contrario, la ‘prostituta’ de quién se habla tan explícitamente en el apocalipsis.
Innúmeras veces Juana fue llevada ante este inicuo ‘tribunal de bufones’ que buscaban sorprender alguna palabra suya, someterla a las mismas preguntas para ver si se contradecía, amenazarla constantemente con el fuego de la hoguera, y hasta pasearla por la sala que contenía las abominables máquinas de tortura…
Nada de esto quebró la firmeza de la fe de Juana y su respeto, aún a estos hombres que nada se merecían; su valor, la claridad de sus respuestas, y su convicción de que era una ‘enviada del Dios Todo Poderoso’.
Aquí dejo algunas de las partes del interrogatorio.
-Cuestionada sobre qué pensaba de la fe cristiana y la “iglesia militante”:
*“Si hay algo en mis respuestas contra la fe cristiana mandada por nuestro Señor, no quisiera sostenerlos, y mucho me dolería ir en contra de la fe”.
-Rechazo a la “Iglesia militante”:
*“Y tengo la firme creencia que no he faltado a nuestra fe cristiana. Por lo que no deseo pertenecer”…
-Se dirige explícitamente al obispo Cauchon:
*“Dice que es mi juez. ¡No sé si lo será! Pero le digo que debe tener mucho cuidado de no juzgarme mal, porque se pondrá en gran peligro. Se lo advierto, para que si Dios le castiga por ello, habré hecho mi deber diciéndoselo.”

En una ocasión, el tribunal ofreció a Juana condenarla a ‘vivir recluida’ para el resto de su vida bajo el cuidado de la ‘madre iglesia’ y así librarla de la pena de la hoguera, si accedía a ponerse ‘ropas de mujer’ (Juana, desde el comienzo de su misión, había llevado ropas de hombre por mandato de Dios).
Cauchon hizo que Juana firmara un documento, que luego se dice cambio por otro que contenía la fórmula de abjuración…
Por un momento Juana accedió, como ella dijo, ‘por miedo al fuego’. Más al ver que había sido engañada, que en verdad no pretendían librarla de sus malvados carceleros, y que lo que realmente querían era que ella ‘abjurara de sus visiones y negara sus voces’, para quitarle legitimidad y condenar al Rey como ‘seguidor de una bruja e invocadora del diablo’…
Juana, desconsolada y avisada por sus voces de que moriría si efectivamente negaba sus revelaciones, lanzó su respuesta a estos inicuos eclesiásticos como una estocada final, absolutamente convencida de su destino y misión: *“No, no he dicho eso ni he pensado revocar mis apariciones. Lo que he hecho por las ropas de mujer fue por miedo al fuego, pero nada revoqué contra la verdad. Si los jueces lo quieren volveré a tomar ropas de mujer. En cuanto a lo demás, no haré nada. ¡Prefiero hacer mi penitencia, es decir, morir, que seguir soportando un castigo mayor en la prisión!
Los soldados ingleses, ebrios de venganza, se vieron reconfortados al contemplar nuevamente la posibilidad de llevar a Juana a la hoguera… ¡Era una relapsa! ¡Había tomado nuevamente las ropas de hombre!
Una trampa que consistió en ‘desvestir a Juana a la fuerza’ en su celda en la prisión, y dejar a sus pies las ropas de hombre que había jurado no volver a usar jamás… Al comprobar personalmente el obispo Cauchon la ‘reincidencia’ de Juana, le dijo esta frase al Conde de Warwick: “¡Alegraos!… ya está hecho”.
¡Felices estaban los agentes del Rey de Inglaterra!
¡Llevarían a Juana a la Hoguera!
El miércoles 30 de mayo de 1431, por la mañana, Martin Ladvenu, miembro del tribunal, dirige a Juana estas palabras: ¡Oh niña mía!, “Este día es el último que verás en esta tierra… la hoguera…”
En completa desesperación y turbación de espíritu, Juana responde:
*“¡Ay! ¿Por qué me tratan tan horriblemente y con tanta crueldad que sea necesario que mi cuerpo que jamás fue corrompido, sea hoy mismo consumido y reducido a cenizas? ¡Ah preferiría ser decapitada siete veces que ser quemada así! ¡Ay! ¡Si hubiese estado en la prisión eclesiástica a que me había sometido y no hubiese sido custodiada por mis enemigos, no me habría ocurrido tan miserable desgracia! ¡Apelo a Dios, el gran Juez, de los males y agravios que me hacen, de las opresiones y violaciones que me han hecho en la prisión los carceleros y los demás!…
Cuando el Obispo Cauchon entra en la sala, Juana le dice: *“Obispo, muero por culpa vuestra”…
Juana de Arco es conducida en carreta hasta la hoguera preparada en la plaza del viejo mercado de Ruán. En el camino insultos y burlas… La chusma y el populacho se agolpan en los alrededores de la plaza…
Juana exclama: *¡Ruán, Ruán! ¿He de morir aquí? ¿Serás tú mi última morada?
Los verdugos demuestran toda su crueldad y su implacable sed de venganza en los preparativos: la hoguera debe ser alta, a fin de incrementar el suplicio, es necesario que la ‘ribalda arda’, que no muera estúpidamente asfixiada por el humo, es menester que haya llamas, muchas llamas…
Delante de la hoguera, un enorme letrero detallaba los cargos por los que Juana era quemada viva:
“JUANA, que se ha hecho llamar LA DONCELLA, mentirosa, perniciosa, adivinadora, abusadora del pueblo, supersticiosa, blasfemadora de Dios, presuntuosa, descreída de la fe de Jesucristo, alabadora de sí misma, idólatra, cruel, disoluta, invocadora del diablo, apóstata y hereje…”
Ya en el lugar en el cual será atormentada por última vez, Juana ‘oye en silencio’ las amonestaciones de los clérigos…
Finalizadas las ‘razones’ con las cuales se intenta justificar tamaña barbarie, Juana toma la palabra por última vez: *“Obispo, muero por vuestra culpa”…
Luego hace una confesión de todos sus errores y pide perdón a cuantos haya hecho mal: *“Todo cuanto he hecho, bien o mal, no ha sido mi Rey quién me ha empujado a hacerlo.
A todos, que estáis aquí, os pido perdón por el mal que he podido haceros… Os perdono el mal que me habéis hecho… y os pido vuestras plegarias…”
El Obispo Cauchon termina: Pronunciamos, pues, que sois un miembro podrido, y, como tal, separado de la iglesia…
Juana Grita: *¡Una Cruz! ‘Id a buscar un crucifijo de la parroquia y tenedlo levantado ante mis ojos, para que pueda verlo hasta el trance de mi muerte…
Su pedido es atendido, y los soldados ingleses impacientes protestan a Cauchon: ¿Nos haréis comer aquí?
Con paso firme Juana sube a su hoguera. Mira largamente a la muchedumbre:
*¡Ruán, Ruán, mucho me temo que tengas que sufrir mi muerte!
*¡San Miguel! ¡San Miguel! Suplica, mientras la atan al poste…
*¡Mantened la cruz bien alta para que pueda verla!
Antes de ser tragada por las infernales llamas tuvo tiempo de decir:
*¡Jesús! ¡Jesús!
*¡No soy hereje ni cismática!
*¡Mis voces son de Dios!… ¡Todo cuanto he hecho lo hice por orden de Dios!…
*¡Jesús! ¡Jesús!
Tenía diecinueve años de la edad…
El secretario de Inglaterra, John Tressart exclama: “Estamos todos perdidos porque ha sido quemada una buena y santa persona”.
Entre las muchas leyendas que inmediatamente se levantaron sobre ella, resuenan las protestas del verdugo Geofforoy Therage, quién procura a los miembros del tribunal y les muestra el ‘corazón intacto’ y lleno de sangre de Juana. Consternado y confundido, les dice que ha quemado a una Santa…
Y así, con este trágico final, acabó la vida y la gesta de esta santa mujer. Pocas veces en la historia de la humanidad se ha visto a un personaje tan convencido de su misión en este mundo.
Juana vino al mundo para liberar a Francia de sus enemigos. Para devolverle la esperanza a su pueblo. Nos dejó como legado una vida santa, dedicada a servir a Dios antes que a sí misma… Como ella lo decía: “Dios primer servido”.
Siendo llevada a una terrible muerte en la hoguera y permaneciendo fiel al mandato divino de ‘conformarse con todo’… Los mismos que la condenaron a tan grande suplicio, quisieron redimirse después ‘canonizándola’, aprovechándose del amor que el pueblo le tenía, la sumaron a su interminable lista de ‘ídolos’…
¿Crees que en vano dice la palabra de Dios?: “Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús”. (Apocalipsis 17:6)
Esto es para que ‘abran los ojos’ todos los que pertenecen al pueblo de Dios y logren identificar correctamente de quién se está hablando aquí.
Una mujer que supo allanar montañas y que demostró que nada es imposible cuando Dios está de nuestro lado, pues Él, es quién nos envía y nos da la victoria.
Juana de Arco 1412-1431.
“¡Yo me atengo a mi juez! ¡Él es el Rey del Cielo y de la Tierra!”

MAHATMA GANDHI

Gandhi_smiling

La vida de este valiente, pacífico y abnegado ser humano, contrasta con la  realidad más feroz, asesina y ambiciosa: el colonialismo Europeo.
¡Cuánto daño le ha causado al mundo el colonialismo europeo!
La ambición se adueñó de los corazones y transformó en conquistadores y esclavistas, a quienes juraban venir en son de paz…
La historia de la expansión europea por el mundo refleja la faceta más brutal y oscura de la maldad del ser humano: conquista, opresión, esclavismo, robo, represión, genocidio…
¿Quién conoce mejor esta barbarie que los pueblos del Caribe, América Latina, África, etc.?
No solo saquearon, mejor, robaron, las riquezas de todos estos territorios, sino que, no contentos con esta feroz expoliación, mataron a los pueblos autóctonos, destruyeron civilizaciones enteras… ¿conoceremos algún día la cifra real de este genocidio?
Para colmo de males, dejaron como gobernantes de estas desgraciadas tierras, unas aristocracias terratenientes que controlan aún los principales puestos y resortes del poder político y económico… Éstos, defienden con uñas y dientes sus prerrogativas, y continúan practicando un ‘esclavismo disfrazado’ (salarios de hambre), autorizado, defendido, y hasta alabado por nuestros ‘brillantes sistemas Democráticos y Republicanos’…
Poco se puede hacer hermanos para ‘cambiar este mundo’… sin embargo, como cristianos, no podemos resignarnos. Tenemos la obligación de ayudar al prójimo, como sea; sentimos la necesidad de expandir ‘la bondad del evangelio’, no en la forma en que lo hicieron estos hombres… “primero desenvainaron la espada, luego la cruz”… ¡Pero sabemos que el evangelio de Jesucristo es paz, amor, caridad!
Por sobre todas las cosas no somos ilusos: sabemos que no podemos cambiar nada en este mundo cruel. La esencia del cristianismo está fundada en la resurrección de Jesucristo y todos sus discípulos esperan ansiosos su regreso, tal cual Él lo prometió. Y esta doctrina cristiana nos dice que ‘la maldad del mundo irá en aumento’… ¿qué podemos hacer?
Aun sabiendo todas estas cosas, no perdemos la alegría de vivir, y de vivir agradecidos, a Dios primeramente. Por más que el pueblo de Dios sepa que ‘este no es su mundo’ ni ésta la ‘vida verdadera’, busca siempre mostrar servicio desinteresado a todos los hombres por igual… siempre atendiendo el llamado de Cristo a servir sin esperar nada a cambio.
Aunque no podamos arreglar ni remediar, siquiera parte de las injusticias que vemos, no agachamos la cabeza ante las adversidades, nos mueve el amor de Cristo… y sabemos que, si es su voluntad, cualquier situación puede cambiar.
A esta realidad se enfrentaron hombres y mujeres de la talla de Martín Luther King, Juana de Arco, Mahatma Gandhi: opresión, saqueo, violencia, angustia… Sin embargo ellos no perdieron la esperanza; los movía la Fe, el amor, esa esperanza de cambiar, por lo menos algo, la vida de sus gentes…
Quién sabe, en lo profundo de su corazón, Mahatma Gandhi sabía que no cambiaría demasiado las cosas en su país. Amaba a su pueblo y su causa, pero era consiente que se enfrentaba a siglos de prejuicios religiosos, sociales, políticos… Y a todo esto se sumaba la abominable dominación Británica… Luchaba, no solo contra el ‘monstruo Británico’, sino contra ideologías, prejuicios que levantaban verdaderas montañas entre sus propios compatriotas…
Nacido el 2 de octubre de 1869, en Probandar, su familia pertenecía la casta ‘vaisia’, que abarca a los comerciantes, artesanos y agricultores.
Recibió una esmerada educación por parte de su madre que le enseñó desde muy pequeño a no hacerle daño a los animales, ayunar para purificarse, a ser vegetariano y tolerante con todos los credos y religiones.
Luego de iniciar sus estudios en la India, Gandhi aprovechó la oportunidad de irse a estudiar a Inglaterra, y se formó en derecho en la University College de Londres.
De regreso a la India, su vida como abogado no fue muy exitosa, y en 1893 acabó aceptando una oferta laboral en una compañía india que operaba en Natal, Sudáfrica.
Instalado en Natal, se interesó por la difícil situación que atravesaban varios millares de compatriotas Hindúes que allí residían.
Además de las variadas obras sociales y humanitarias que emprendió (crear colonias agrícolas y hospitales), enfocó su lucha en terminar con los prejuicios religiosos y el sistema de castas que dividían a su pueblo.
Es curioso observar como el incidente que decidió a Gandhi a luchar denodadamente por el fin de la discriminación racial, se parece mucho al que incentivó a Martin Luther King a emprender la misma lucha años después.
Un día, viajando hacia la ciudad de Pretoria, Gandhi fue ‘bajado forzosamente’ del tren en que viajaba por negarse a cambiarse de primera a tercera clase…
En otra ocasión, fue golpeado por un conductor cuando se negó a ‘ceder su asiento’ a un pasajero de piel blanca. Sufrió además en este viaje diferentes humillaciones, al negarle los hoteles alojamiento, debido a su raza…
En estos años de estancia en Sudáfrica, Gandhi fue encarcelado innúmeras veces, más nunca se resistió a dicho trato por parte de las autoridades locales, pues estaba convencido de que la ‘lucha no violenta’ era la única arma con la que se podían vencer tantos malos tratos y violaciones.
Trabajó incansablemente por unir, en una comunidad homogénea, a los ciudadanos Indios que vivían en Sudáfrica.
Fundó el Partido Indio del Congreso de Natal e inundó la prensa con denuncias al gobierno por la violación de los derechos civiles de los indios y la brutal discriminación a que eran sometidos por los Británicos.
Durante veintidós años, Mahatma Gandhi luchó en Sudáfrica contra impuestos injustos, contra la obligación de registrarse con sus huellas dactilares toda la comunidad india, si querían trabajar libremente…
Fue a para a la cárcel un montón de veces junto a muchos de sus seguidores, pero este ensayo de ‘desobediencia civil’ dio algunos éxitos parciales.
Cuando Gandhi parte para la India en 1915, prácticamente todo lo que había conseguido en sus años de lucha en Sudáfrica se perdieron y la represión recrudeció sobre las comunidades hindúes locales.
Hasta parece que su estancia y su lucha en aquellas tierras servirían solamente como una especie de ‘ensayo’, como una preparación para su gran lucha, que no era otra que la Independencia de su Tierra natal, la India.
Cuando Gandhi llegó a la India ya era todo un personaje ampliamente reconocido. Las masas lo adoraban, había abandonado la vestimenta europea como otra señal de protesta y cambiado totalmente sus hábitos de vida, adoptando las formas indias más tradicionales.
A poco de llegar, fundó una comunidad monástica en la que estaban prohibidas las vestimentas extranjeras, las comidas con especias y la propiedad privada.
Fue durante estos años en que Gandhi se sensibilizó completamente con sus compatriotas ‘parias’.
Su primera medida para terminar con ‘siglos de desprecio’ absoluto y discriminación, fue admitir a los ‘intocables’ en la comunidad creada por él. ¡Cuántos prejuicios!
Estas personas, contadas por millones, estaban ‘completamente apartadas de la sociedad’ por causa del sistema de castas. Eran considerados cosas, nadie los ayudaba, estaba prohibido tocarlos, si uno no se quería ‘contaminar’…
Luego de iniciada la primera guerra mundial en 1914, Gandhi abandonó la agitación política, y hasta colaboró con los ingleses, reclutando soldados para su ejército.
Pero algunos años más tarde, más precisamente en 1919, pudo desengañarse sobre las verdaderas intenciones de imperialismo británico. La aprobación de la ley Rowlatt, establecía la censura y señalaba duras penas para cualquier sospechoso de sedición o terrorismo.
Gandhi encabezó la oposición a esta ley, y organizó protestas a nivel nacional mediante su ya conocida ‘lucha no violenta’.
Pese al carácter pacífico de los manifestantes, cuando Gandhi acudía a Delhi fue detenido… Días después, los generales ingleses ordenaban disparar sobre la multitud reunida en la ciudad de Amritsar, el saldo: ‘casi cuatrocientos muertos y miles de heridos’…
¡Esta era la verdadera cara del imperialismo Británico en la India!
Desde este momento comienza la gesta de Gandhi a favor de la completa independencia de su país.
Elegido presidente del Congreso Nacional Indio, se convierte en el líder nacionalista indiscutido y logra agrupar a las clases medias urbanas y al campesinado. Puso en marcha todo lo que había aprendido y experimentado en su estancia en Sudáfrica: ‘campañas de desobediencia civil, negativa a pagar impuestos, boicots a las autoridades’… Millares de indios fueron llevados a la cárcel, y el mismo Gandhi, fue detenido y llevado a juicio: “Se declaró culpable y consideró la sentencia a seis años de prisión como un honor”.
Luego de salir de prisión comprobó que el panorama político de la india había cambiado. Se había esfumado la unidad tan arduamente conseguida entre hindúes y musulmanes, y el congreso estaba dividido en dos facciones.
Gandhi decidió retirarse y vivir entonces como un anacoreta, en absoluta pobreza. Se convirtió entonces en ese ‘Santo’, admirado, venerado por las personas, un verdadero líder espiritual y religioso de su pueblo.
Más poco duró el retiro de la actividad política de Gandhi. Ya para 1927, el gobierno británico nombró una comisión para reformar la constitución y en ella no participaba ningún nativo de la India…
Decide volver a la carga y consigue que todos los partidos políticos hicieran un boicot a dicha comisión. Poco después la negativa a pagar impuestos culmina con la exitosa ‘Marcha de la sal’, el 26 de enero de 1930, era una marcha no violenta que tenía como objetivo terminar con el monopolio de la sal que afectaba particularmente a los pobres.
La marcha duró tres semanas y confirmó el entusiasmo del pueblo Indio a lo largo de todo el recorrido que separa la ciudad de Ahmedabad de la pequeña localidad costera de Dandi, 385 km.
El pueblo cubría los caminos de ramas verdes, por dónde pasaría el ‘santo’ con bastón de bambú, frente a un enorme ejército pacífico.
La campaña cobró tales dimensiones que en toda la india los funcionarios municipales abandonaban sus puestos, los diputados dimitían, los soldados del ejército se negaban a disparar sobre los manifestantes, los seguidores de Gandhi invadían pacíficamente las fábricas de sal…
Para 1931 Mahatma Gandhi viaja a Londres para la segunda mesa redonda que tenía como objetivo establecer un gobierno constitucional para la India.
Pero, a pesar de la acogida popular que le dispensó el pueblo de Londres, la conferencia en sí fue un fracaso para la India. Vuelto a su país, nuevamente se aparta de la vida política, mas no abandona nunca su atención a los problemas locales: visitaba los pueblos más lejanos, insistía en la educación de las masas, en la prohibición del alcohol, en la liberación espiritual del hombre…
Lo maravilloso de este hombre es que nunca, a pesar de tantas desilusiones y fracasos, nunca dejó de luchar con esa constancia que le era tan característica.
Esos ideales de paz y de no violencia, fe, esperanza inquebrantable, convencimiento de la legitimidad de su causa.
Reaparece en la escena política en 1940, ya estallada la segunda guerra mundial, y se opuso tajantemente al ingreso de la India en el conflicto bélico.
Afirmaba que si Británicos y demás aliados estaban involucrados en una lucha a muerte contra el fascismo por los ideales democráticos, su país no podía participar en esa guerra, ya que la misma libertad también le era negada a la India.
Con estas convicciones, Gandhi logra que todos los ministros del congreso dimitan en masa, lo cual le valió nuevamente la ida a prisión en 1942.
Esta fue la última vez que Mahatma Gandhi iría a la cárcel y sería su prisión más dolorosa, pues estando preso se enteraría del fallecimiento de su esposa y padecería un grave ataque de malaria. Sería liberado en 1944, luego de dos años sufridos en prisión, ya muy anciano y debilitado.
Finalmente, para estas fechas, el Imperio Británico daba muestras de que dejaría el poder en manos de las autoridades Indias. Sin embargo, nada pudo hacer frente a las negociaciones que se llevaban a cabo para la separación de la India del Pakistán.
Cuando la Liga Musulmana toma el poder en el congreso, violentos disturbios sacuden a la India entre 1946 y 1947: más de 5000 personas murieron en estos enfrentamientos. Gandhi se dirigió hacia dónde habían comenzado los disturbios caminado descalzo entre el pueblo, tratando de detener las masacres. Nada pudo hacer para calmar los ánimos de los extremistas de ambos pueblos. Tanto hindúes como musulmanes atentaron contra su vida.
Durante sus últimos días en la ciudad de Delhi llevó a cabo un ayuno prolongado para reconciliar a las dos comunidades.
El día en que Pakistán y toda la región que hoy forma Bangladesh se hicieron independientes, Gandhi no lo festejó como el resto de la India. Pasó sólo en su casa en Calcuta.
El 30 de enero de 1948, cuando al anochecer se dirigía a una mezquita para rezar, fue asesinado, a los 78 años de edad, por un radical hindú ligado a grupos ultraderechistas de la india.
Su última palabra fue: “¡Dios!”.
Así abandonan este mundo los grandes hombres y las grandes mujeres que tanto han contribuido al progreso de sus pueblos y del mundo entero. Dejaron impresos un legado de amor, fe, tolerancia, amistad, entrega, lucha, esperanza inquebrantable bajo cualquier condición y circunstancia.
Así nos dejó Mahatma Gandhi que, en palabras de Albert Einstein, puede definirse así para las generaciones futuras: “Quizá las generaciones venideras duden alguna vez de que un hombre semejante fuese una realidad de carne y hueso en este mundo”.
“Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego”.
“La humanidad no puede liberarse de la violencia más que por medio de la no violencia”.
“La verdad es el objetivo, el amor, el medio para llegar a ella”.
“No hay camino hacia la paz, la paz es el camino”
“Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio”.
“La voz interior me dice que siga combatiendo contra el mundo entero, aunque me encuentre solo. Me dice que no tema a este mundo sino que avance llevando en mí nada más que el temor a Dios”.
MAHATMA GANDHI 1869-1948
“Dicen que soy héroe, yo débil, tímido, casi insignificante, si siendo como soy hice lo que hice, imagínense lo que pueden hacer todos ustedes juntos”.

Sé que al escribir este artículo me he extendido un poco más allá de lo que hubiera deseado. No obstante esa no es mi mayor inquietud. Lo que más me molesta en mí, y ya que esto trata de superar obstáculos, de allanar montañas, es mi pérdida de tiempo con las cosas del mundo. Quiero hacer esta confesión, sino, no tendré paz conmigo mismo.
¡Me harta perder el tiempo, me desconsuela!
Yo sé que Dios me ha dado talentos y dones, lo que quiero es aplicarlos en ayudar a mis hermanos de fe, y cuanto más me dedique a esto, con cuanta mayor presteza y fuerza de voluntad, mejor. Pero a veces no lo logro… Siento como que algo me detiene…
¡Esto me desconsuela!
Sepan disculpar mis descargos. ¡La culpa es toda mía!
Quisiera que oraran por mí, hermanos. Quién sabe el Dios de nuestro Padre Jesucristo tenga misericordia y me ayude.
Me perdone también todas mis ofensas. Me indique el camino adecuado y me de las fuerzas para seguirlo con la convicción que sólo tienen sus santos.
¡Nada nos puede devolver el tiempo que el pecado nos quita! ¡Nada nos quita y nos roba más el tiempo que el pecado!
¡Qué Dios nos libre de toda nuestra maldad! Amén.
Lo más difícil de todo es, ¡ALLANAR LA MONTAÑA DE VENCERSE A UNO MISMO!
Que Dios los bendiga en el nombre de Jesucristo. Los saluda un hermano de fe.
Fernando Acuña. 

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2 Responses to HISTORIAS DE SUPERACIÓN: “ALLANANDO MONTAÑAS II”

  1. Buenos tardes:
    Cuando comencé mi vuelta a la fe, dudé de con que Iglesia tenia que recorrer el camino hacia Dios. Un tiempo pensé en las iglesias protestantes. Dudé entre la Iglesia Católica y alguna de las miles y miles de iglesias de la reforma. Pedí discernimiento a Dios. Había cosas en la Iglesia que no entendía o no compartía. Por otro lado había cosas en las iglesias separadas que me atraían. Pero poco a poco se fue aclarando el camino. Dios me quería en la Iglesia de Cristo, en su Iglesia Universal, en la Iglesia Católica. Comprendí que Dios no quiere que un cristiano insulte y desprecie a otro. Vi que las iglesias separadas protestantes de «predicaba» mucho en contra de la Iglesia Católica, se la insultaba llamadola prostituta y se le hacían muchos desprecios por parte de esos «cristianos» protestantes. Me recordó por todo lo que tuvo que pasar Nuestro Señor en sus Pasión. Vi el desprecio o cuando menos la indiferencia con que era tratada la Madre del Hijo de Dios, Comprendí que sólo la verdadera Iglesia que fue fundada por Jesucristo, amaría tanto a la Madre del Salvador. En efecto, nadie ama tanto a la Santísima Virgen María, como la Iglesia Católica. Pensé que ninguna de las más de 40.000 iglesias protestantes amaba a la Madre de Dios, la que lo llevó en su vientre, en donde se formó, y a la que Cristo tanto amó, como la Iglesia católica y Universal ama. Y que con todos los errores que cometemos los católicos, como hombres, pecadores e imperfectos que somos, no quitan ni un ápice de santidad a su Iglesia. Por otro lado a pesar de los graves errores doctrinales de las iglesias y sectas cristianas y pseudocristianas nacidas de la reforma, la Iglesia católica Apostolica y Romana, no las insulta, ni desprecia, sino siempre les tiende la mano. Por todo ello, y por mucho más, y sin orgullo y soberbia (propios de satán) cada día estoy más convencido de que no hay mejor camino para unirse a Dios que Su Iglesia, la de Cristo, la Católica. Fraternalmente, Juan Antonio.

    • Avatar de Fernando Acuña fdap77 dice:

      Recuerde hermano las palabras de Jesucristo dirigidas a su pueblo: “Sálganse de ella, pueblo mío, si no quieren participar con ella en sus pecados, y si no quieren recibir parte de sus plagas.”

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