JESUCRISTO EN LAS VISIONES PROFÉTICAS DE ZACARÍAS.

¡Bendiciones hermanos!

Hoy quiero invitarlos a repasar conmigo las profecías de Zacarías relacionadas con la vida y obra de nuestro Señor Jesucristo. Zacarías fue un profeta hebreo nacido allá por el siglo VI a.c., más o menos 500 años antes del nacimiento de Jesús. Su nombre significa: “Dios se ha acordado”.

Nadie puede poner en duda las maravillosas profecías de Isaías, con su descripción tan increíblemente detallada de los sufrimientos de Jesús, ni tampoco la grandeza de Jeremías, Daniel, ni de ninguno de los Profetas. Mas para aquellos que aún no conocen a Zacarías, quiero hacerles un breve repaso de todas las profecías en las que sin duda alguna, menciona de manera maravillosa acontecimientos que marcaron tanto la venida, como las obras, la traición y hasta la pasión de Cristo.

Y estoy seguro que más de uno se impresionará  por la cantidad de veces que, durante su ministerio profético, Zacarías menciona con precisión estos acontecimientos, desde la traición de Jesús por 30 monedas de plata, como su entrada gloriosa en Jerusalén a lomos de un burrito, entre los más conocidos.

Hermanos, la obra de los Profetas es maravillosa, y aunque ellos hablaban de un tiempo muy lejano al suyo, como dice Pedro: “Ellos, no se estaban sirviendo a sí mismos, sino que les servían a ustedes” (1 Pedro 1:10:25), no dejaron de mirar con devoción y esperanza aquella salvación tan grande que estaba destinada a venir y caminar entre los hombres: “Dios hecho carne, Jesucristo”.

Pero comencemos sin dilación, amigos.

-La primera gran profecía de Zacarías hace referencia a la venida de Cristo así: “Yo traigo a mi siervo, el Renuevo… y quitaré el pecado de la tierra en un solo día”. (Zacarías 3:8-9)

Hermanos, de estos versículos he copiado lo más trascendente. Para que no piensen que he sacado de contexto algo, léanlo ustedes mismos, por favor.

En esta profecía aparece la figura del ‘renuevo’, título mesiánico qué aparece también en Isaías 53:2-12, y Jeremías 23:5-6.

No solamente se nos predice la venida de nuestro Señor como un ‘Rey justo’, sino que se nos dice que Él, quitará el pecado ‘en un solo día’. Obra consumada en la cruz por Jesucristo. De esto nos habla claramente Hebreos 10:12

-La segunda profecía dice así: “Dile: “El Señor de los Ejércitos Celestiales declara: ‘Este es el hombre llamado el Retoño. Él echará ramas desde donde está y construirá el templo del Señor’”. Así es, él construirá el templo del Señor. Entonces recibirá el honor real y desde su trono gobernará como rey; también desde su trono servirá como sacerdote y habrá armonía perfecta entre sus dos oficios. (Zacarías 6:12-13)

Aquí nuevamente se hace mención del ‘renuevo’, el ‘retoño’, y además, se nos anticipa que el Mesías combinará los roles de Rey y Sacerdote. Sí hermanos, Jesucristo no sólo es Rey de Reyes, sino también Sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec. (Hebreos 7:17)

Y cuando dice ‘construirá el templo’, obviamente se refiere al “templo espiritual”. Pablo lo dice en efesios 2:21…  “Unidos en él vamos formando un templo santo para el Señor”.

-La tercera profecía es sobre la entrada triunfal en Jerusalén.

“He aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna”. (Zacarías 9:9)

Esta profecía está cumplida literalmente en Mateo 21:4-5 “Eso ocurrió para que se cumpliera la profecía que decía: Dile a la gente de Jerusalén Mira, tu Rey viene hacia ti. Es humilde y llega montado en un burro: montado en la cría de una burra”.

Aquí se muestra a un Rey humilde, no guerrero, que viene en son de paz, sin armas, sin soberbia, lleno de amor y perdón para con su pueblo. Más la mayoría de ellos no supo verlo… hasta el día de hoy están ciegos…

-La cuarta profecía es, tal vez, la más dolorosa, anticipaba siglos antes que el Elegido del Señor sería traicionado y vendido por 30 monedas de plata, lo que se pagaba por un esclavo en el mercado… “Pesaron por mi salario treinta piezas de plata… Échalo al tesoro en la casa de Jehová”. (Zacarías 11:12-13)

El ‘desprecio máximo’…  el Señor, el Mesías prometido durante siglos, ‘valuado’ por su pueblo en 30 monedas de plata, el valor de un esclavo… Hermanos, no vallan a pensar que los Judíos de hoy en día son ‘más tolerantes’ qué los de antaño…  miren nada más lo que sucede en Palestina: ¡NO SOY ANTISEMETA POR DECIR LA VERDAD!

NO DEFIENDO EL TERRORISMO DE HAMAS, PERO JAMÁS DEFENDERÉ LA MASACRE DE DECENAS DE MILES DE MUJERES EMBARAZADAS Y NIÑOS INOCENTES… Aparte, siguen despreciando a los cristianos como siempre…  yo no juzgo a nadie, ya tenemos a un Dios Único que nos juzgará a todos, pero este pueblo aún tiene cuentas pendientes con Dios, y Pablo también nos dice: ¡La IGLESIA es el verdadero Israel de Dios!

Debo decir esto pues veo a tantos “cristianos” defender la MASACRE DE INOCENTES EN PALESTINA…  Levantando banderas de Israel, aprobando con su complacencia ignorante la muerte de miles de personas inocentes.

-La quinta profecía viene muy a tono con el descargo que acabo de hacer, pues algún día, estoy seguro que mirarán con desconsuelo a AQUÉL a quién TRASPASARON…

“Derramaré sobre la casa de David… espíritu de gracia y oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron…” (Zacarías 12:10)

Este pasaje es, además de doloroso, conmovedoramente claro: algún día en el futuro mirarán con dolor y arrepentimiento al Mesías que ellos traspasaron en la Cruz. Al mismo que, aún hoy, siguen despreciando…  Juan 19:34-37 describe gráficamente el momento en que un soldado atraviesa a Jesús con una lanza y hace referencia a esta profecía de Zacarías.

-La sexta profecía nos traslada al ‘reino espiritual’. Nos lleva a vislumbrar la redención y el perdón de todos los pecados de la humanidad, a través de la preciosa sangre de Jesús.

“En aquel día brotará un manantial para la dinastía de David y para el pueblo de Jerusalén; una fuente que los limpiará de todos sus pecados e impurezas”. (Zacarías 13:1)

Ese manantial que brota simboliza la sangre de Cristo. El autor de hebreos lo deja claro en este versículo: “Imagínense cuánto más la sangre de Cristo nos purificará la conciencia de acciones pecaminosas para que adoremos al Dios viviente. Pues por el poder del Espíritu eterno, Cristo se ofreció a sí mismo a Dios como sacrificio perfecto por nuestros pecados”. Hebreos 9:14

El, “aquél día”, es también el mismo día en que mirarán al que “traspasaron” y se arrepentirán de sus pecados…

-La siguiente hermanos, es una de las más fascinantes, porque trata de las heridas de la pasión de Cristo, y lo hace con una referencia increíblemente certera, y la comprensión exacta del texto no deja lugar a dudas: “Y le preguntarán: ¿Qué heridas son estas en tus manos? Y él responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos”. (Zacarías 13:6)

Esta profecía entronca con la anterior (13:1), y por eso vemos que se está hablando aún de “ese día”, día en que brotará ese manantial, que vimos simboliza la sangre de Cristo. Y a continuación, el Profeta nos dice que Dios ‘cortará’ todo profeta de la tierra y ya no habrá más profecía… es lógico, las profecías y los Profetas fueron hasta Juan, luego de la resurrección de Jesús, ya no habrá más profecía. La enseñanza de la palabra de Dios debe ser la norma y la escritura, tal cuál está, la fuente de todo el conocimiento divino.

Pero noten que además la profecía nos informa que el “profeta” (referencia a Jesús), fue “herido en las manos”, en “la CASA de sus Amigos…”

Jesucristo fue herido por su pueblo, el mismo pueblo que, aún hoy, dice servir a Jehová… la profecía es asombrosamente cierta, Jesús sufrió en su propia casa, con su propia gente…

-Todo este capítulo 13 está dedicado a la pasión de Cristo y por eso, sin lugar a dudas, todas estas profecías anteriores están relacionadas con el Mesías:

“Hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas”. (Zacarías 13:7)

Esta profecía es citada directamente por Jesús, en Mateo 26:31, horas antes se su arresto. Es una ‘visión’ de la cruz, del abandono. El Pastor de los hombres herido, y los discípulos huyendo, aterrorizados… 

-Y la última hermanos: “Vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos… Y Jehová será Rey sobre toda la tierra”. (Zacarías 11:4-9)

Esta profecía nos conduce directamente al Apocalipsis. De hecho trata sobre el GRAN DÍA DE JEHOVÁ. Apocalipsis 19:11-16 nos dice que el Jinete que viene sobre el caballo blanco es el ¡VERBO DE DIOS, JESUCRISTO, REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES!

Esta profecía describe el ‘final de todas las cosas’, el juicio a las naciones, y el establecimiento del REINO GLORIOSO DE JESUCRISTO.

REINO INCONMOVIBLE, QUE NUNCA TERMINARÁ.

Hermanos, me encanta compartir con ustedes este conocimiento de la palabra eterna, pues es de este conocimiento que está sedienta la Iglesia de nuestro Señor Jesucristo.

Basta de “evangelios de la prosperidad”, de “avivamientos falsos”, basta de “hablar en lenguas” qué nadie entiende y de inventos de mentes retorcidas, basta de predicar una buena vida aquí en la tierra, en este mundo, cuando vemos tanta muerte, tanta injusticia, tanto llanto, sufrimiento… démosle a la Iglesia el verdadero conocimiento que no es otro que el de conocer la palabra, las profecías y la esperanza en un REINO ETERNO, que nada tienen que ver con este mundo y sus normas…

Los ojos y las esperanzas cristianas deben depositarse en el reino que vendrá cuando Jesucristo regrese.

Ese día cesará toda lágrima, todo llanto, todo sufrimiento.

Hermanos que Dios los bendiga. Amén

Fernando Acuña.

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