¡Saludos queridos hermanos de fe en Jesucristo!
Pequeña pero hermosa reflexión les quiero dejar hoy: Marcos 4:35-41
El título de esta pequeña entrada está tomada del evangelio de Marcos.
Está historia nos demuestra el inconmensurable poder de Dios, que hasta los cielos y el mar obedecen, a la vez que da una pintura exacta de nuestros temores, de la poca fe que demostramos en los momentos en que, increíblemente, más deberíamos estar apegados al Señor Jesús.
Obviamente alguno dirá : “Pero Él es Dios”, puede permitirse dormitar mientras los demás tiemblan…
Este es exactamente el punto que deseo tocar hoy.
¡Es verdad que Jesús es el Hijo verdadero del Dios verdadero!
Sin embargo todas sus acciones estaban destinadas a enseñarnos algo. Jesucristo estaba plenamente convencido de sus orígenes: “Yo no hablo con autoridad propia; el Padre, quien me envió, me ha ordenado qué decir y cómo decirlo”. (Juan 12:49)
“Entonces Jesús explicó: «Les digo la verdad, el Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta; solo hace lo que ve que el Padre hace. Todo lo que hace el Padre, también lo hace el Hijo”. (Juan 5:19)
Esta es una realidad espiritual profunda que debemos meditar y pensar mucho.
Jesús no dormía en la barca queriendo presumir su Divinidad… estaba enseñándonos a permanecer calmados, a estar confiados aunque las circunstancias alrededor fueran difíciles.
El que conoce y está consciente de sus orígenes, descansa en Aquél que sabe que lo sostiene en todo tiempo. Así, Cristo descansaba en el Padre Eterno, pues sabía que nada ni nadie lo apartaría de su amor.
Es una poderosa lección que debemos aprender como cristianos: ¡Si alguno está en Cristo nueva criatura es!
Hermanos, si hemos ‘nacido de nuevo’, si hemos recibido el espíritu de adopción como hijos amados, y a través de Jesucristo somos ahora aceptados por Dios como hijos también, debemos entregarnos completamente a su cuidado. Las dificultades vendrán, los momentos difíciles estarán ahí, desafiándonos, moldeándonos, su misión no es derribarnos, aplastarnos, dejarnos humillados por el suelo, no, la misión de las tentaciones y tribulaciones de esta vida son acercarnos más y más a Cristo. Entregarnos cada vez más, rendirnos absolutamente a su cuidado.
El problema en esto está en que nosotros nos queremos reservar una parte del control de las situaciones, como si pudiéramos controlar algo… “¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. (Mateo 6:27-33)
Nada podemos controlar hermanos. Nada podemos dirigir… todas las cosas que nos suceden, suceden porqué Dios así lo permite.
Satanás para traer ruina a la vida Job, tuvo que pedirle permiso a Dios… nadie puede tocar a un hijo de Dios sin permiso expreso de Él. Y por algo, las cosas que vivimos y las situaciones que enfrentamos, suceden de la manera en que estaban previstas para nosotros: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó.”
Hermanos, nada ni nadie, ni en los cielos ni en la tierra podrá jamás separarnos del Amor de Dios, que es Eterno, en Cristo Jesús nuestro Señor.
Cuanto antes aprendamos esta lección, más fortalecidos estaremos para enfrentar las dificultades de la vida.
Hermanos, siempre enfrentaremos tribulaciones, siempre tendremos que lidiar con tentaciones, resistir al diablo o mortifica nuestra propia carne… la vida del cristiano genuino no estará jamás exenta de dificultades mientras habite este cuerpo y esté en este mundo. Este mundo, tiene un príncipe: satanás. Y él, está muy interesado en hacerles la vida imposible a los cristianos.
¡Pero más poderoso es el que está en nosotros, que el que está en el mundo!
Cristo durmiendo en la barca es para nosotros y nuestras almas un bálsamo de paz, luz y gozo en medio de la tentación, de las asperezas del camino, de las lágrimas causadas por las batallas de la vida…
¡Confíen en Dios hermanos!
Entréguense absolutamente a su cuidado: mientras Cristo esté en su barca nada les sucederá. Él tiene el control, el Piloto avezado es el que está al comando del barco, no te hundirás, la tormenta no anegará tu barca, Dios está en ella y en el momento oportuno intervendrá y con su poder dirá a las circunstancias que te asustan y atormentan: “Calla, enmudece…Y cesó el viento y se hizo grande bonanza”. (Marcos 4:39-40)
Sigan confiando en Dios, continúen entregándoles sus vidas.
¡Qué Dios los bendiga!
Un saludo grande de un hermano de Fe en Cristo Jesús.
Fernando Acuña.