Hermanos, Dios los bendiga.
Ciertamente ustedes ya están cansados de escuchar a la mayoría de quienes los rodean quejarse de que no pueden mantenerse firmes y constantes ‘durante mucho tiempo’ con nada de lo que se han propuesto hacer.
En todos los órdenes y asuntos de la vida, la perseverancia es una virtud muy difícil de sostener…
Todos tenemos un amigo/a que se queja de no poder mantenerse firme en la ‘dieta’; todos conocemos a alguien que se reprocha no poder soportar estar mucho tiempo sin su hobby o ‘vicio’ favorito, sea cual sea; y sin buscar muy lejos, si nosotros cristianos de fe, nos miramos a nosotros mismos con sinceridad, sabemos por amarga experiencia, que muchísimas veces nos prometimos a nosotros mismos dejar de hacer esto o lo otro, sea una falta grave o no, y tampoco logramos sostenernos. También nos hemos prometido muchas veces hacer esto o lo otro, cambiar esto o lo otro, y tampoco lo hemos logrado…
Hermanos: fuerza es asumirlo, a muchos de nosotros nos falta perseverancia hasta para orar, luchar en oración por aquello que deseamos y queremos.
Cuántas veces dejamos de venir a Dios, de buscarlo en oración, de caer de rodillas ante su presencia rogando su perdón y misericordia sabiendo que ofendemos diariamente…
Nos ‘cansamos’ enseguida, y peor aún, a muchos nos invade un sentimiento nefasto de ‘superioridad’: pensamos que los que se equivocan son siempre los demás (nos victimizamos), rápidamente nos excusamos a nosotros mismos en nuestros pensamientos (orar por perdón ya no es necesario), o sencillamente creemos que podemos ‘lograr solos’ aquello que nos hemos propuesto hacer (soberbia)…
Si para los ‘creyentes’ es difícil perseverar en muchas cosas, imagínense en qué soledad libran sus batallas aquellos que no conocen al Señor Jesús.
Todos los hombres (o la mayoría) estamos conscientes de que ‘todos tenemos batallas’, sean creyentes o no. Cada uno tiene una pelea y una guerra interna, sea con un pecado (creyente), sea con un vicio (así prefieren llamarlo los que no creen en Dios).
Pero lo cierto es que todos tenemos una batalla contra nosotros mismos, con algo que rechazamos y no queremos más en nuestras vidas, algo que queremos apartar, arrojar, arrancar para siempre de nosotros.
¡Para los que creen en Jesucristo hay esperanza de alivio y ayuda hermanos!
Nosotros sabemos que los que deciden darle la espalda al Señor Jesús luchan solos. Ya transitamos ese camino y sabemos con amargura que de nosotros mismos nada podemos esperar. ¡Que digan lo que quieran y se burlen los ‘pretendidos autosuficientes’!
Yo bendigo a Dios por saberme absolutamente derrotado y perdido, por haber intentando solo vencerme a mí mismo, y haber sido avergonzado en esos intentos…
Y luego también, de haber conocido al Señor Jesús, su bondad y misericordias para conmigo, me faltó, innumerables veces, la ‘constancia y perseverancia’ con la que los elegidos son perfeccionados diariamente en el camino de la fe.
Hermanos, yo no pretendo hablar aquí de cosas mundanas y de luchas de ‘no creyentes’… de intentos vanos por buscar en otras religiones y creencias paganas de la nueva era lo que no obtuvieron en la Fe de Cristo. Con estas locuras y desvaríos lo único que logran es caer más profundo en el abismo del desengaño… Persiguen una ‘falsa paz’, sus profetas les predican a ‘Dioses falsos’, y sus prácticas y ritos están llenos de insensatez…
Si no pudieron perseverar en la Fe verdadera ¿Cómo pretenden mantenerse firmes en la mentira?
Ustedes lo ven todos los días: las personas buscan la ‘vida espiritual’ por senderos equivocados. Reviven el viejo paganismo clásico, triunfan las doctrinas y filosofías orientales, las ‘casas espíritas’ están por todos lados… ¿Cómo pueden mantenerse firmes en la verdad si la base está podrida y torcida?
Hermanos, para lograr algo importante en nuestras vidas hace falta sólo una cosa: «Creer en Dios con todo nuestro corazón y toda nuestra mente, y en su Único Enviado y Representante Jesucristo».
¡Busquen primero a Jesucristo!
Todas las demás cosas y virtudes provienen de Él.
Sea, prosperidad, perseverancia, templanza, humildad, paciencia, caridad, etc., todo proviene del Señor y es un regalo, un don, que Él dispensa gratuitamente a sus elegidos.
Hermanos: para lograr cualquier cosa importante en sus vidas lo primero que tienen que hacer es acercarse a Dios, conociendo a su Hijo Jesucristo. Todo lo demás les será mostrado y añadido conforme sea su propósito y su voluntad para cada uno de nosotros.

¿Por qué digo todo esto hermanos? ¿Qué tendrá que ver hablar de Jesucristo y de perseverancia?

Tiene mucho que ver hermanos. Cuando conocemos a Jesucristo, mejor, cuando ‘somos conocidos por Él’, entendemos el verdadero significado de ‘perseverar’. ¿Y por qué? Porque es Cristo el que ‘persevera en nosotros’. Ya no estamos solos, luchando desesperados según nuestras propias fuerzas… Solos no podemos hacer nada hermanos… Todos nuestros esfuerzos se ven frustrados… Nada podemos emprender, sea la cosa que sea, nada podemos hacer bien y de manera ‘constante’ si no tenemos a Jesucristo en nuestras vidas, ayudándonos a persistir. Por esto mismo, se los vuelvo a rogar: ¡Busquen primero a Jesucristo!

«Estando convencido precisamente de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús». Háblenme de ‘perseverancia’ al leer estas palabras del Apóstol Pablo en Filipenses 1:6

Somos pecadores y fallamos diariamente y, sin embargo, nuestro Abogado, Cristo Jesús, sentado a la diestra de Dios, está intercediendo por nosotros, a todo momento. Romanos 8:34

Imagínense por un momento hermanos, la perseverancia, mejor, el amor de Cristo por nosotros. Él no desiste, no se cansa, está siempre presente, aún en las cosas más triviales, en aquello que ordinariamente llamamos ‘casualidades’… No, es Dios, nuestro Dios, es Él, no son coincidencias.

Más que nunca debemos buscar y aproximarnos a Jesucristo, sólo en Él, encontraremos las fuerzas para llevar adelante y con éxito, todo aquello que emprendamos.

¡Si empiezan así el éxito está asegurado! ¡Todo lo que se propongan con Fe en Jesucristo lo lograrán!
¿Desean algo, quieren muchísimo alguna cosa? ¿Se han propuesto algo que consideran imposible humanamente hablando?
¡Busquen primero a Jesucristo!
«Conocer a Dios», a través de Jesucristo, es el único camino a seguir: «es el Camino de la Vida»; «ser conocidos por Dios», ser ‘Llamados por Jesucristo’, es el más hermoso regalo que un hombre pueda recibir.
Recuerden Hermanos: la fe y la oración son las herramientas más importantes en la vida de un creyente verdadero. Todo lo demás es añadidura y regalo de Dios.
¡Perseveren en la oración!
Otra vez lo repito: ¡Perseveren en la oración!
El que persevera y lucha en oración logra mucho más que aquello que pide o piensa.
Amén.
Saludos de un hermano de Fe.

Fernando Acuña.