“Obligados a amar y perdonar de todo corazón”

¡Quiero agradecerte, oh Dios mío, quiero Glorificar tu santísimo Nombre, Cristo Jesús, mi Señor y mi Salvador!
«Señor: ¿Cuándo entenderá el hombre mortal, que el amor verdadero, el verdadero cariño fraternal, el verdadero amor a los demás hermanos, sin hipocresía, sólo pueden provenir de ti?
Sólo cuando conocemos a Dios, mejor, cuando somos conocidos por Él, podemos realmente amar de verdad. Porque comprendemos el verdadero significado del amor, cuando entendemos el sacrificio que el Padre celestial hizo por nosotros, al enviar a su Único hijo a entregar su vida por nosotros, cuando aún estábamos muertos en ofensas y pecados.
Sin embargo, Dios no tiene necesidad de nosotros y, no obstante: ¡Miren con cuánto amor y con qué clase de amor nos han amado Dios y Cristo al aceptar de ‘antemano’ entregarse gustosamente por nosotros!
Y no solo eso hermanos, sino que nosotros ‘día a día ofendemos en muchas cosas’, y nos equivocamos tanto en otras tantas, que si alguno de ustedes, con humildad, hiciera un examen cuidadoso de sí mismo, se asombrarían al contemplar tanta vileza…
Empero, Cristo, ‘aboga’ en defensa nuestra delante del Padre, y no nos abandona jamás. Antes, lleva nuestra carga sobre sí mismo… ¡Y qué carga somos nosotros tantas veces para el Señor! Con nuestra bolsa cargada de incredulidad, duda, infidelidad, falta de amor, falta de perdón, hipocresía, etc. etc…
Hermanos: si cada día avanzamos más y crecemos más en la gracia y en la misericordia de Dios, más notaremos la presencia de pecado en nuestras vidas y en nuestras acciones. Mas esto no debe conducirnos a la desesperación, sino antes debemos Glorificar a Dios, en el nombre de Cristo, y darle gracias, porque es por su gracia especial y es el crecimiento de esta misma gracia en nosotros, la que nos acerca a un conocimiento más elevado y perfecto de Dios.
Por eso hermanos, porque sabemos que tenemos el Espíritu de Cristo viviendo en nosotros, debemos abundar en amor y abundar cada día más en perdón de todo corazón, sin hipocresía, pues cuando vemos que nosotros, que hemos crecido tanto en el poder del Espíritu y en el conocimiento de Dios nos hemos, a su vez, equivocado tanto y tantas veces (y aún seguiremos equivocándonos) y Dios, sin embargo, siempre nos sostuvo y nos perdonó libremente, tanto más debemos nosotros amar y perdonar de todo corazón a nuestros hermanos que se arrepienten de sus malas acciones, no importa cuáles hayan sido.
Es cuando veo yo mismo, mi propia vileza, y la comparo con la gracia, misericordia, bondad, longanimidad, paciencia e infinito Amor de Cristo por mí, entonces, es cuando entiendo de verdad cuánto me ama Dios en Cristo, y cuán obligado estoy yo a perdonar y amar a todos los hermanos.
«Un abrazo cariñoso en el nombre de Jesucristo queridos hermanos, donde quiera que se encuentren. Amén
Fernando Acuña.

Avatar de Desconocido

About Fernando Acuña

Deseo compartir esta Información con el mayor número posible de personas. No persigo ninguna finalidad lucrativa ni sectaria... Mi único interés, es dar a conocer esta gran revelación. Que Dios los bendiga a todos ustedes que visitan esta página.
Esta entrada fue publicada en Debate, discución, el rapto, Espiritual, General, la mente de cristo, Nueva Era, paganismo y nueva era, Polémica, Reflexiones, Reflexiones Espirituales, Religión, secularismo, Teología, Vicios y Pasiones y etiquetada , , , , , , , , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario