Hermanos bendiciones en nombre de Jesucristo. Nosotros somos como este título lo pronuncia a grandes voces: “LINAJE ESCOGIDO, REAL SACERDOCIO, NACIÓN SANTA, PUEBLO ADQUIRIDO POR DIOS.”
Hermanos de fe, entre las muchas cosas con las que tropezamos a diario, tal vez la más grande sea esta: la falta de conciencia de que TODOS somos un REAL SACERDOCIO para Dios.
Somos ‘ministros’ para Dios. ¡Sí cada uno de nosotros!
Ser ‘sacerdotes’ para Dios es poder presentarnos delante de Él y ofrecer ‘sacrificio de labios’, oraciones, alabanzas, y este privilegio lo tenemos TODOS los cristianos, TODOS los que hemos nacido de nuevo en Cristo. En efecto, podemos presentarnos cada día delante de Dios Padre y, por medio de Jesucristo, el Único Mediador entre Dios y los hombres, ministrar, ofrecer a Dios una alabanza, una plegaria, un agradecimiento.
Nosotros hemos estado engañados durante mucho tiempo. O mejor, pocos han engañado a muchos… Si miramos un poco la historia de la Iglesia, ella fue ‘pura’, sólo en sus inicios. Ya al tiempo de morir los Apóstoles comenzó el engaño en la congregación del Señor. Lobos rapaces vestidos de oveja se infiltraron y empezaron de a poco a pervertir el orden establecido. En el principio había igualdad, estaban las ‘columnas’, como dice Pablo, existía un ‘orden’, una disciplina, ministros que enseñaban y cuidaban del rebaño de Cristo con amor. No se ‘enseñoreaban’ del pueblo de Dios. Tenían presente las palabras de Jesucristo: “Así que Jesús los reunió a todos y les dijo: «Ustedes saben que los gobernantes de este mundo tratan a su pueblo con prepotencia y los funcionarios hacen alarde de su autoridad frente a los súbditos. Pero entre ustedes será diferente. El que quiera ser líder entre ustedes deberá ser sirviente, y el que quiera ser el primero entre ustedes deberá convertirse en esclavo. Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos»”.
Sin embargo esta situación cambió muy rápidamente y en poco tiempo aparecieron hombres impíos que se ‘adueñaron del rebaño’ y lo trataron como a esclavo. Tiranizándolo, se impusieron a ellos mismos por encima de muchos, y también impusieron sus propias enseñanzas y se olvidaron de Dios. Este es el origen de los ‘sacerdocios’ que vemos hoy en día. Gente que ‘viste diferente’ marcando el contraste con el ‘simple’ feligrés… Imponiéndose a sí mismos por encima de la congregación, se engalardonaron con vestidos y cargos inventados por ellos mismos… ¡Amantes del poder y soberbios!
Algunos dirán: sí, la Iglesia Católica es fiel representante de esta descripción. Y es cierto hermano, sin embargo, por mirar la paja en ojo ajeno, o tal vez por ignorancia y ceguera espiritual, dejas de ver que los ‘pastores’ en muchas iglesias evangélicas hacen lo mismo. No permiten que muchos hermanos usen los dones que recibieron de Cristo para ministrar a otros hermanos. ¡Ellos solos quieren ser el centro de la atención!
Y no estoy disputando lugares o preeminencias con algunos… ni queriendo ser ‘yo’ el centro de la atención. Lo que quiero, lo que busco siempre, Dios sabe que no miento, es que USTDES, SÍ, CADA UNO DE USTEDES, logre darse cuenta de que Dios tiene un propósito y un plan específico para CADA UNO DE USTEDES. ¡Eso mismo! Dios nos impuso a CADA UNO DE NOSOTROS UNA MISIÓN. El descubrir esta misión, o sea, entender qué es lo que Dios quiere que hagamos, ese debe ser nuestro foco, nuestra atención debe estar dirigida a esto, como dice Pablo: “No sean tontos, mejor traten de entender cuál es la voluntad del Señor”.
Hermanos: tenemos la obligación de ‘entender personalmente’ el mensaje de Jesucristo. ¡JESUCRISTO MURIÓ POR TODOS! ¡MÁS LA SALVACIÓN DEBE SER ‘ENTENDIDA PERSONALMENTE’ POR CADA UNO DE NOSOTROS! Cuando digo ‘entendida’, me refiero a que cada uno de nosotros debe ‘esforzarse’ por conocer más a Dios. Recibir directamente de Él, consuelo, conocimiento, poder, y desarrollar la capacidad de ministrar a su vez este consuelo, conocimiento y poder a todos los hermanos que forman parte del pueblo de Dios. Lo que quiero decir es que, mientras tú estás ahí, cómodamente sentado, esperando que otros te consuelen, que otros te den conocimiento, que otros te hagan fuertes en el Señor, no vas a AVANZAR en tu CARRERA cristiana. Estas desperdiciando, mejor dicho, no estás buscando hacer uso de los dones que has recibido de Jesucristo cuando Él te dio su Espíritu Santo. Conoces la parábola de los talentos: “Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.
A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes”.
Esta enseñanza de Jesús demuestra claramente que TODOS hemos RECIBIDO un TALENTO especial de parte de Él. UN DON DEL ESPÍRITU. Es nuestra OBLIGACIÓN entender, descubrir, cuál es ese DON. Y la mejor manera de hacerlo es meditando en la obra del Señor. Es buscando una relación más profunda y personal con Él. Y esto viene cuando entiendo que Jesús, murió por mí. Cuando entiendo la salvación de una manera personal. Vuelvo a repetirlo: Jesucristo murió por los pecados de todos, y no sólo por los míos, sin embargo, yo desarrolle más comunión, entendí mejor los planes de Dios cuando ‘entendí’, que al morir por mí, Jesucristo tenía una PLAN ESPECÍFICO Y ESPECIAL PARA MÍ.
Ahora quiero comunicarme más directamente con mi salvador. Quiero estar más íntimamente unido a Él. De esta manera, espero recibir la gracia y la luz de Cristo de manera más personal. Para que REALMENTE JESUCRISTO CAMBIE MI VIDA. PARA VIVIR SU MENSAJE. PARA NO SER SOLAMENTE OIDOR DE LA PALABRA, SINO HACEDOR DE ELLA. Y si puedo relacionarme así con mi Salvador, entonces Él va a comunicarme los dones que me dio. Y yo voy a estar en entera libertad de usarlos para poder ayudarlos a ustedes también. ¡PORQUE PARA ESTO ME FUERON DADOS! ¡PARA MINISTRARLOS, POR MEDIO DEL ESPÍRITU SANTO, A FAVOR DEL PUEBLO DE DIOS!
Entiendan hermanos porque es tan importante tener conciencia de que TODOS SOMOS SACERDOTES PARA DIOS EN CRISTO. Todos estamos en IGUALDAD DE CONDICIONES ANTE EL SEÑOR. NO HAY GRANDES NI PEQUEÑOS. DIOS NOS LLAMÓ A TODOS EN UN MISMO ESPÍRITU.
Somos nosotros los que tenemos que descubrir la voluntad de Dios para nosotros y caminar en obediencia a sus planes. Hay MULTITUD de DONES, pero todos somos edificados por el mismo Espíritu, por eso TODOS somos IMPORTANTES Y ÚNICOS para el Señor. YO NO LLAMO A NADIE A LA REBELIÓN, SINO A ENTENDER EL PROPÓSITO DE DIOS CUANDO DECIDIÓ ‘LLAMAR PERSONALMENTE’ A CADA UNO DE NOSOTROS. ‘ANÍMATE A DESCUBRIR QUÉ ES LO QUE DIOS TIENE PREPARADO PARA TI’: ‘COSAS QUE OJO NO VIO, NI OÍDO OYÓ, NI HAN ENTRADO AL CORAZÓN DEL HOMBRE, SON LAS COSAS QUE DIOS HA PREPARADO PARA LOS QUE LE AMAN’.
Hermanos: esfuércense por saber para qué los llamó Dios en Cristo, y ENCONTRARÁN EL VERDADERO SENTIDO DE LA VIDA. AMÉN.
Un saludo fraternal en Cristo al verdadero pueblo de Dios, a su nación santa.
Fernando Acuña Pintos.