¡Esforzándonos para el Gran día de Jesucristo: Jeremías 12:5!

Hermanos, orando a Dios por la mañana, vino a mi mente este pasaje bíblico con el que inicio este breve escrito: ‘Si te cansa competir contra simples hombres, ¿cómo podrás correr contra caballos? Si tropiezas y caes en campo abierto, ¿qué harás en los matorrales cerca del Jordán?’ (Jeremías 12:5)

Bendito sea Nuestro Señor Jesucristo que trajo a mi mente este pasaje de su palabra. Confieso que estas palabras fueron un gran alivio y consuelo para mi alma, pues cuando me puse a reflexionar sobre ellas entendí el significado de la persistencia y la constancia ante las adversidades. La palabra de Dios fue escrita para nosotros, para que tengamos un testimonio escrito que nos sirva de guía, de maestro y de consuelo al mismo tiempo ante las dificultades de esta vida, para que entendamos la perfecta y agradable voluntad de Dios.

Hermanos en Cristo, todos los días nos estamos quejando, reclamando de algo o de  alguien… Parecemos estar cansados siempre de todo y de todos y sentimos que desfallecemos ante las preocupaciones, dificultades y desilusiones que sufrimos en esta vida. Estoy convencido de que muchas de estas ‘preocupaciones y desilusiones’ que nos quitan el sueño, vienen porque no estamos caminando honestamente con Dios. Hemos permitido que nuestra fe se vuelva insulsa, en nuestro diario caminar como cristianos nos ha ganado la monotonía… tal vez estamos muy cómodos y el Señor quiere traernos nuevamente a la acción y a los primeros tiempos, recordemos estas palabras: ‘Sin embargo, tengo en tu contra que has abandonado tu primer amor. ¡Recuerda de dónde has caído! Arrepiéntete y vuelve a practicar las obras que hacías al principio’ (Apocalipsis 2: 4-5).

Esto suele pasarnos cuando entramos en una ‘zona de confort’ con la que empezamos a acostumbrarnos… por ahí nos hicimos la idea de que el Señor es una especie de ‘catarata’ de bendiciones y que nunca nos llegaran las dificultades. Si esto fuera así, pregunto ¿cómo se probaría nuestra fe? La vida y las palabras de Jesucristo y los santos Profetas y Apóstoles son muy claras al respecto: ¡todos ellos sufrieron persecución y aflicción!

Recodemos estas palabras: ‘Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo’ (Juan 16:33).

Recuerden que todos aquí en este mundo sufriremos pruebas y aflicciones. No estén juzgando en sus corazones a los demás como si éstos llevaran una carga más ligera que la de ustedes. No permitan que brote en sus corazones alguna ‘raíz de amargura’ y que por ella sean muchos contaminados. Esfuércense en la Fe, sabiendo que todos los creyentes alrededor del mundo están soportando las mismas cosas, como  lo dice 1Pedro 5:9.

Cada uno tiene que enfrentar sus propias dificultades, y lo que tenemos que entender es que muchas veces somos nosotros mismos los que nos metemos en esas mismas dificultades. Lo que Dios quiere es conducirnos a una unión espiritual cada vez más pura y santa con su Hijo Jesucristo. Y por eso utiliza muchas dificultades y angustias para atraernos y purificarnos cada vez más. Si yo me pongo a pensar en mis propios caminos, si busco discernir con todo mi corazón y sin hipocresía mis propios caminos, entonces veo claramente que las premuras y aprietos que estoy sufriendo yo mismo me los busqué… falta de razonamiento claro, juicio, visión, disciplina, y muchas cosas más… Sin embargo, Dios, que es rico en misericordia y bondad amorosa y tardo para la cólera, no nos juzga en su ira. Antes, y por medio de estos aprietos que sufrimos, nos atrae más hacia Él y busca una unión más perfecta con nosotros. Debemos entender que Dios no tienta a nadie, ni puede ser tentado, sino que somos nosotros los que no hemos vencido perfectamente ‘el pecado que fácilmente nos enreda’.  Cada uno sabe muy bien contra lo que debe luchar.

A todos los creyentes el Señor Jesús les regalo su Espíritu Santo y repartió dones. Los hizo partícipes de su naturaleza Divina y les dio una nueva vida. Esa vida no puede y no debe permanecer inactiva. Si esto está sucediendo, si sentimos cansancio y pesadumbre ante las dificultades y no podemos atender la tarea que se nos encomendó con alegría de corazón y diligencia, entonces debemos examinar nuestra relación con Jesucristo. ¿Será que estamos caminando en unión con él? ¿No nos habremos adormecido y abandonado nuestras tareas y el trabajo que se nos encomendó? ¿No estaremos muy cómodos en nuestra zona de confort?

Tal vez nos hicimos la idea de que todo ya está hecho y no necesitamos nada más… la salvación está ganada en Cristo Jesús y ya podemos echarnos  a dormir y a descansar… no se nos exige más nada: comamos y bebamos nada más, ya estamos prontos para encontrarnos con Jesucristo…

¡Qué error!

La salvación está ganada sí. Por fe, sí, no por obras, como dice la palabra, para que nadie piense que puede ganarse la salvación por sus propios medios. Es regalo de Dios por medio del sacrificio de Cristo en la cruz. Pero de ahora en adelante estoy obligado a servir a Dios. Y mi servicio requiere diligencia, empeño, esfuerzo, oración, meditación, conocimiento de la voluntad de Dios. Y si me esfuerzo con el poder que Cristo me da por alcanzar todas estas cosas entonces nunca permaneceré inactivo. No me voy a encontrar adormecido, somnoliento, cómodo en mi lugar, sin hacer nada por avanzar en mi vida como discípulo de Jesucristo. Recuerden que la vida de la fe es una carrera. Corran bien de modo que alcancen la meta. Pablo militó muchísimos años de su vida con todas sus fuerzas al servicio de Dios, y sin embargo, al final de su vida tenía la humildad suficiente para decir: …‘si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús’…

Si luego de tantos años de militancia, pruebas, sufrimientos y dificultades, Pablo actuaba como si ‘aún no hubiese alcanzado la vida eterna’, con cuánto más ahínco debemos correr nosotros.

Debemos ‘echar mano’ a la salvación, o sea, atraparla, y luego trabajando para Dios, esforzándonos en Jesucristo y en el poder de su gracia, correr la carrera que tenemos delante hasta alcanzar la meta, que es el  ‘premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús’.

Por la esperanza de este hermoso y maravilloso premio que esperamos recibir de Jesucristo a su regreso es que debemos trabajar y esforzarnos por estar cada día más unidos a Dios por medio de Jesucristo.

Les ruego hermanos que no se desanimen ante las adversidades de la vida, sigamos el consejo que Dios le dio a Jeremías, no nos cansemos de hacer el bien a todos por igual. Si ante las cosas más sencillas desmayamos ¿cómo estaremos de pie cuando Cristo venga en su gloria para buscarnos y unirnos con Él?  ….’Pero cuando el Hijo del Hombre regrese, ¿a cuántas personas con fe encontrará en la tierra?’. 

El mundo está llegando a su final y todo creyente verdadero sabe que esto es muy cierto. Por lo tanto debemos prepararnos para el Gran día de Jesucristo. Ahora, por más que estemos cansados y fatigados por el esfuerzo, corremos con los ‘de a pie’, pero llegará la ‘gran prueba de fe’ para este mundo corrompido, y especialmente para los cristianos, ahí sí tendremos graves aprietos y dificultades, ahí sí se nos pondrá a ‘correr con caballos’. Estén firmes, no desistan nunca, no abandonen la fe de Jesucristo.

Dios está obrando en nosotros para hacernos cada vez más santos y dignos de Aquél que nos llamó en su gloria para ser partícipes de su reino eterno.

Bendiciones en el poderoso nombre de Jesucristo. Que Dios nuestro Padre creador los bendiga con toda sabiduría espiritual y les suministre las fuerzas necesarias para continuar día a día venciendo al mal con el bien. Amén.

Saludos de un hermano de fe:

F.D.A.P.

Avatar de Desconocido

About Fernando Acuña

Deseo compartir esta Información con el mayor número posible de personas. No persigo ninguna finalidad lucrativa ni sectaria... Mi único interés, es dar a conocer esta gran revelación. Que Dios los bendiga a todos ustedes que visitan esta página.
Esta entrada fue publicada en el testimonio del espíritu santo, Espiritual, General, GRAN APOSTASÍA, Nueva Era, Polémica, Reflexiones, Reflexiones Espirituales, Religión, Teología y etiquetada , , , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario